Llama Calderón a dejar resentimiento por la Conquista

El expresidente Felipe Calderón Hinojosa afirmó que México y España no podrán construir el futuro “si estamos anclados en la sombra de los resentimientos”.

“Las diferencias, que son naturales en el encuentro de dos culturas tan poderosas como las nuestras, no deben ser motivo para el ahondamiento, sino para la sublimación humana que sólo es posible en la convivencia plural, en el entendimiento del otro en el encuentro y en la causa común”, subrayó.

Al participar en el foro México y España. Amigos para siempre, organizado por la Fundación Neos (conservadora) y la Asociación Empresarial México-España, el exmandatario afirmó que lo más importante no es lo que hemos hecho, “es lo que queremos ser y hacer, lo importante es el futuro”.

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Ante la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y Jaime Mayor Oreja, presidente de la Fundación Neos, el político michoacano dijo que este encuentro es un llamado a la hermandad, al entendimiento y a la reconciliación.

“Recordemos que nuestras diferencias no nos separan, sino que nos enriquecen como naciones, y como pueblos tenemos la responsabilidad de ser ejemplo para el mundo de cómo dos culturas pueden dialogar, aprender y crecer juntas”.

Calderón Hinojosa aseguró que, como una sola entidad, México y España podemos construir un puente que no sólo conecte nuestras tierras, sino nuestros corazones.

El extitular del Ejecutivo federal hizo un recuento histórico de los lazos que unen a ambas naciones y pueblos desde la época de la Conquista. Destacó que se siente “profundamente orgulloso de mis raíces” tanto indígenas —por una bisabuela purépecha— como españolas, pues fue algún pariente de Calderón el primer criollo que se incrustó en la familia Villaseñor, los fundadores de Valladolid.

“Los purépechas, amigas y amigos, fue la única civilización, el único reino que nunca fue dominado por los mexicas, siempre les ganamos, jamás les pagamos tributo y los hábitos de los mexicas, que eran un poco rudos, no los compartimos”.

Calderón Hinojosa llamó a aceptar que, más allá de las obras escritas, “los mexicanos vencimos; ya con eso me parece suficiente para entender que somos historia”.

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No obstante, recordó los excesos del conquistador Nuño de Guzmán en su paso por Morelia —antes Valladolid— hasta que la reina Isabel lo destituyó y envió a Vasco de Quiroga, entonces abogado de la corona española en África.

“Vasco de Quiroga llevará a cabo un singular proyecto fundacional basado en la necesidad de procurar el bienestar y la salud de los naturales como la base de la buena conversión, pues la situación en la que vivían, decía, era incompatible con una verdadera vida cristiana” delineó. Resaltó que Tata Vasco construyó hospitales, que eran casas comunales para familias indígenas donde recibían casa, vestido, sustento, salud, instrucción y dignidad humana. Mientras que a cada comunidad indígena le enseñó un oficio para que prosperaran.

Por ello, agregó Calderón, ya a ningún mexicano ni español de este siglo puede imputarse o reclamarse culpa alguna de lo que hace siglos ocurrió.