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¿Recuerdas cómo Rico McPato estaba nadando en dinero como si fuera una alberca llena de monedas y billetes? Pues así vivía El H-1. Tenía dinero, literal, para nadar en él. Fajos gruesos de billetes que pocas veces se han visto. Tenía todo lo que cualquier chavo de 30 años quisiera y en poco tiempo, y ¿cómo? Todo desde una computadora”, así describen la vida de Héctor Ortiz Solares, o el El H-1, líder de la banda de hackers Bandidos Revolutions Team.
“Pero El H-1 se engolosinó con mucho. En vez de tener un perfil bajo, comenzó a comprar carros de lujo y a mover grandes cantidades de dinero. ¿Quién desembolsa millones para comprarse varios Lamborghini o Ferrari? Ese fue su error: hacer grandes compras y [equivocarse] en cajeros que infectaron; [además] nadie fue a sacar el dinero que tiraron”.
Las fuentes señalan que la banda de los Bandidos Revolutions Team era integrada por una docena de jóvenes de entre 20 y 30 años: “Todos [eran] chavos, pero como le saben a todo lo de la computadora, eso les ayudó a hackear los bancos”.
A pesar de que la FGR comenzó a seguir su rastro desde hace un año, la banda ya operaba desde por lo menos cinco años atrás, y hay registro en redes sociales de que era buscada por personas que querían integrarse a la organización.
“¿Cómo puedo contactar a los Bandidos Revolutions Team?”, fue una pregunta hecha el 6 de agosto de 2014 a las 18:52 horas por parte de un usuario de Twitter. Ocho minutos más tarde, alguien le respondió: “Si les interesa alguna habilidad tuya, ellos te buscarán :)”.
Las primeras investigaciones señalan que a pesar de que se reportó actividad de este grupo delictivo en diversos estados del norte del país, fue en Guanajuato y Tamaulipas en donde localizaron la mayor actividad sospechosa y “negocios que han servido para lavar millones de pesos”.
“Su esposa está involucrada en esto, porque se detectó que le transfirieron como 31 millones de pesos. [Eso] fue un rastro importante para hallarlos”, dicen.
“La ventaja [de] estos chavos es que actuaban rápido y no le daban tiempo a los bancos [para que] detuvieran los desvíos por el SPEI”.
Dos meses después, en un operativo, la FGR cateó 11 casas ubicadas en complejos residenciales exclusivos de León, donde detuvieron a seis hombres y dos mujeres, entre ellos a El H-1, además de 27 vehículos de lujo, siete motocicletas y cajas fuertes con dinero en efectivo.
En el operativo también se localizaron armas de fuego, cartuchos útiles, equipos de cómputo y telefonía celular, además de diversas bolsas de plástico con marihuana, cristal y cocaína.
La fiscalía agregó que se detuvo a seis hombres y dos mujeres “sin violencia ni afectación a terceros y con pleno respeto a sus derechos humanos”.
Actualmente, siete de los ocho detenidos, incluido El H-1 y su esposa, se encuentran en el penal federal de Almoloya de Juárez, en espera de que un juez resuelva si los vincula a proceso. Una de las dos mujeres detenidas quedó libre, ya que se comprobó que no tenía relación con el grupo de hackers.