Más Información
Videojuegos, el nuevo gancho del crimen para captar menores; los atraen con promesas de dinero y poder
Óscar Rentería Schazarino, ha operado contra CJNG, Viagras y Templarios; es el nuevo secretario de Seguridad en Sinaloa
La iglesia católica enfatizó en hacer un frente común con las autoridades y la sociedad, con el propósito de sumar esfuerzos para contener el avance de la trata de personas, ya que lacera a nuestra sociedad.
La editorial Desde la fe expresó que es fundamental sumar esfuerzos para enfrentar este delito y acabar con esos grupos delictivos que siguen operando con toda impunidad. Por ello, hizo un llamado a la sociedad a actuar firmemente y, en caso de tener conocimiento de este delito, se denuncie ante las autoridades correspondientes.
El clero señaló que la trata de seres humanos no sólo desfigura la dignidad de las personas que la sufren, sino que la explotación y el sometimiento que viven las convierte en objetos de usar y tirar.
El Papa Francisco dijo lo grave que es este delito al que ha calificado como “una herida abierta en el cuerpo de Cristo y en el cuerpo de la humanidad entera es una herida profunda que nos concierne atender a cada uno de nosotros, en la medida de nuestras posibilidades y desde nuestros ámbitos de competencia”.
Lee también FGR procede penalmente contra anestesiólogo que adquirió fentanilo alegando uso médico
El Informe Mundial sobre Trata de Personas 2022, realizado por la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en México la cifra de víctimas de trata se incrementó un 67.3% 2020 a 2021.
Dicho estudio detalla que dentro de las diversas modalidades de este delito aumentó la relacionada con los fines de explotación sexual, en un 32.8%, en tanto que la de la mendicidad forzada se incrementó en un 47% y la del trabajo forzado un 175.3%.
Pese a las cifras obtenidas en el estudio, aún hay casos que se desconocen y no son denunciados. La iglesia reitera “son miles de seres humanos que además de padecer un grave sufrimiento físico y moral, también experimentan un decaimiento en su fortaleza espiritual al sentirse olvidados”.
apr/rmlgv