El plantón de un grupo opositor al presidente Andrés Manuel López Obrador se redujo en el Zócalo de la Ciudad de México, luego de que el gobierno capitalino retiró 150 casas de campaña que los inconformes habían colocado y se encontraban vacías.

El viernes por la noche la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México (Secgob) informó sobre el levantamiento de las casas de campaña que fueron instaladas a finales de septiembre, como parte de un plantón del Frente Nacional anti-AMLO (Frenaaa) que pedía la renuncia del titular del Ejecutivo federal.

El gobierno capitalino argumentó que el retiro de las casas de campaña fue para garantizar medidas sanitarias y prevenir contagios de Covid, así como evitar la estancia de personas en situación de calle o posibles conflictos dentro del campamento.

Aunque en un principio las casas de campaña fueron colocadas por Frenaaa, esta agrupación abandonó la Plaza de la Constitución desde noviembre y un grupo pequeño de personas, agrupadas bajo el mote de Campamento México, decidió permanecer.

Según la Secgob, al momento de intervenir el Zócalo los manifestantes respondieron violentamente con extintores, gas lacrimógeno y palos contra los trabajadores de Servicios Urbanos.

“No obstante, el personal del Gobierno capitalino no cayó en provocaciones y no hubo necesidad de la intervención de los elementos de la SSC”, señalaron.

A pesar del retiro de las casas de campaña de la Plaza de la Constitución, se mantuvo un grupo de manifestantes.

Para realizar el operativo estuvo presente la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, un notario público y personal de secretarías del gobierno capitalino.

“Siempre hubo amenazas”

Consultados por EL UNIVERSAL, integrantes de Frenaaa se deslindaron del Campamento México, pues la organización que dirige Gilberto Lozano salió del lugar desde noviembre y sus últimas actividades públicas fueron marchas realizadas sobre Paseo de la Reforma.

Mario Gómez, un integrante del Frente Nacional anti-AMLO en la Ciudad de México, señaló que la decisión de salir de la Plaza de la Constitución era para salvaguardar la integridad de los manifestantes, quienes eran acosados con gritos y hasta empujones por adeptos al Presidente.

“Había amenazas de un desalojo violento, como el que ocurrió hace dos días, de alguna manera lo sucedido es una confirmación de eso”, dijo.

También habló sobre las confrontaciones con los grupos adeptos al Titular del Ejecutivo federal: “Las amenazas siempre las hubo, todos los días, de cuatro a seis o de seis a ocho de la tarde, había grupos de reventadores o de Amlovers que iban a una parte del campamento a gritar, hubo agresiones verbales”.

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