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El representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Jan Jarab, destacó la función de contrapeso del Poder Legislativo en la defensa de los derechos humanos, en el fortalecimiento de la CNDH y en la designación de perfiles idóneos al frente del organismo.
Reconoció el trabajo del presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González, ya que ha logrado “fortalecer el perfil independiente del organismo, que antes resaltó por su formalismo burocrático y falta de autonomía”.
Jan Jarab recalcó la importancia de la separación del Ejecutivo, Legislativo y Judicial, e incluyó en ese mecanismo a los órganos autónomos del Estado en un balance, cuya importancia describió con la idea del filósofo francés Montesquieu: “Todo estaría perdido si el mismo hombre, el mismo cuerpo, ya sea de nobles o del pueblo, ejerza los tres poderes de hacer leyes, ejecutar las resoluciones y juzgar los crímenes”.
En el primer informe legislativo de la senadora Kenia López (PAN) estuvo el representante de Naciones Unidas y González Pérez, cuyo desempeño ha sido rechazado de manera directa por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El presidente de la CNDH señaló: “Desde la función legislativa se puede y debe contribuir para generar un entorno donde se respete el derecho a disentir y se eviten los discursos de odio y polarizantes, que dividen y propicien que la mentira, el encono, el insulto y la descalificación infundada se vuelvan moneda común en la vida pública.
“Un Poder Legislativo sin autonomía o independencia, que sea un apéndice operativo de gobiernos o autoridades del corte ideológico que sean, no le conviene a nadie, debilita la institucionalidad democrática y abre la puerta a decisiones autoritarias en las que aun los propios derechos humanos pueden desconocerse, relativizarse o dejarse de lado”.
Postura ante iniciativas. La bancada de Morena en el Senado presentó una iniciativa de reformas a la CNDH, que cambia su nombre a Defensoría del Pueblo y modifica las reglas de la designación, a efectuarse en noviembre próximo, del titular del organismo, que sería votado de una propuesta única y directa del Ejecutivo, en vez de una terna que pasa por el escrutinio de los legisladores.
Sin referencia específica a este antecedente, González Pérez dijo que las consignas políticas, las ideologías o aspiraciones personales y de grupo no pueden ser la base sobre la que se construyan o emitan las leyes.
En tanto, López Rabadán aseguró que este año ha sido difícil en materia de derechos humanos, al no recibir personalmente el Presidente el informe de la CNDH y rechazar la primera recomendación del organismo.
“No tengo duda de que uno de los más oscuros pasajes ha sido el ataque del gobierno federal contra los organismos autónomos, en especial, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos”, señaló.
La senadora panista sostuvo que el Mandatario federal “ni aceptó las recomendaciones de la CNDH ni respeta su autonomía”.
“Confío en que el gobierno rectifique el rumbo, [ya que] cada golpe a los derechos humanos es uno a nuestra democracia y eso nos acerca más al autoritarismo”, dijo.
El presidente de Acción Nacional, Marko Cortés, reafirmó la decisión de su fuerza política en contra de que en al organismo llegue al cargo “un incondicional” del partido en el poder.
Mencionó que la CNDH debe ser conducida por una persona como González Pérez, para que siga auténticamente autónoma y que no se deje presionar ni someter.
