Al ocultarse el sol, en ese momento en que no es de día ni de noche, los musulmanes se preparan para romper su largo ayuno. Lo hacen cuidadosamente: primero con dátiles, fruta y arroz, para luego ingerir alimentos más llenadores como papas o algún tipo de carne. A esta comida se le conoce como “iftar”. Esto lo hacen durante todo un mes en la celebración de Ramadán: el mes del ayuno y el control de los deseos.
La palabra Ramadán significa “el más caliente”, esto por la entrada de la primavera, pero el Sheij Emilio Medina, un joven líder de la mezquita de Nativitas, explicó que podría traducirse como el “mes que quema los pecados”. Durante 29 días y 29 noches las y los musulmanes invierten el hábito alimenticio, para comer durante la madrugada y la noche, y ayunar durante el día. Además del ayuno, el mes de ramadán invita a los creyentes a estudiar el Corán entero y repasar las enseñanzas del profeta Muhammad.
El islam, religión que crece en México y en el mundo
El islam es una religión que está creciendo en el mundo y México no es la excepción. Mohammed Mansour, presidente del Concilio Islámico Mexicano, aseguró que en el país existen entre treinta y cincuenta mil musulmanes, contando inmigrantes y mexicanos conversos. “Entre el 80 y 90% de los estados (del país) tienen una mezquita”, añadió. En cuestión de género, Mansour aclara que en México el 70% de quienes profesan el islam son mujeres. “No hay comparación”, concluyó.
Hombres y mujeres viven en completa equidad en el islam. Los derechos humanos de la mujer están establecidos en esta religión desde hace miles de años, de acuerdo con muchos fieles. A la mujer se le tiene un enorme respeto. Tanto es así que hombres y mujeres rezan en espacios separados dentro de la mezquita.
Las mezquitas son espacios destinados al rezo colectivo, la convivencia y el estudio en los que las y los musulmanes se reúnen con frecuencia. De acuerdo con el Sheij Medina hay entre 7 y 8 mezquitas y centros islámicos en la Ciudad de México. Todas son casas que han sido adaptadas para llevar a cabo la actividad de la oración y el estudio, pero ninguna con la estructura arquitectónica como las mezquitas monumentales que existes en los países islámicos como Arabia Saudita, Marruecos o Turquía. De acuerdo con el Concilio Islámico Mexicano, ya se está planeando construir la primera mezquita con arquitectura islámica en México, en la zona centro de la capital.
Al entrar a la mezquita se puede ver gente de todos los orígenes étnicos y sociales. Están todos los colores de piel, en la habitación resuenan conversaciones en español, inglés y árabe, nadie alza demasiado la voz manteniendo un ambiente de convivencia y calma. Llega la hora de rezar y los creyentes del islam se colocan hombro con hombro, descalzos, en líneas diagonales marcadas en el piso de la mezquita, dirigiendo su oración a la Meca, la ciudad sagrada del islam en Arabia Saudita. Las filas en la oración son importantes. En la tradición islámica la mayor bendición se encuentra en la primera fila de la mezquita. El Sheij Emilio Medina compartió una frase: “si supieran la bendición que hay en la primera fila, pelearían por estar en ella”.
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La oración, pilar del islam
La oración es uno de los pilares del islam. Los musulmanes rezan cinco veces al día: una hora antes del amanecer, al medio día, a media tarde, al anochecer y una hora después del anochecer. Para acompañar la oración, los musulmanes ocupan un collar con 99 cuentas llamado tasbih, que asemeja mucho a un rosario. El Sheij Medina explicó que estos dos objetos tienen el mismo origen. Los cinco rezos tienen que ser en horas específicas, los creyentes cuentan con un rango de tiempo para realizarlo. Muchos musulmanes han tenido que ser ingeniosos para rezar esas cinco veces, ya que por cuestiones laborales a muchos no les es permitido abandonar sus actividades para rezar unos minutos.
El Sheij Emilio y otros creyentes compartieron que ser musulmán en México no es fácil. Si bien no existe hay un odio hacia el islam como en Estados Unidos, sí existe un estigma provocado por las series de televisión, películas y noticias sobre terrorismo en otros países. “Yo me acerqué a conocer el islam por ISIS, no podía creer que una religión te dijera ‘ve y mata’, pero me empecé a cuestionar, compré un Corán y desde el momento que leí el primer capítulo sentí a dios como nunca lo había sentido antes”, compartió el Sheij Medina, con una visible emoción en el rostro.
Con esa misma emoción y devoción, los musulmanes oran en noches especiales este mes: las noches del decreto. De acuerdo con el islam, en las últimas diez noches del mes de ramadán e Corán fue revelado al profeta, por lo que la oración ese día se da con más esfuerzo.
No todo el islam es igual. Como en todas las religiones, hay varias corrientes en el islam. En Santa María La Ribera se encuentra el Centro Islámico Amir Al-Muminin, que pertenece a la rama Shia del islam. Nativitas y Polanco pertenecen a otra rama llamada Sunni. Sin embargo, miembros de ambas corrientes islámicas aseguraron que el mes de ramadán une a la comunidad: todos ayunan, todos rezan, todos comparten y conviven.
Ayunar durante todo el mes no es tarea fácil para nadie sin importar género, edad o cualquier otra condición, esto los musulmanes lo saben bastante bien. Cuando ramadán llega a su fin, la comunidad musulmana se reúne en el deportivo Plan Sexenal para el “Eid al Fitr”: la fiesta de la culminación del ayuno. Entre oraciones, charlas, cantos, juegos y otras actividades, los seguidores del islam celebran haber concluido un ramadán más y la purificación y perdón de sus pecados.
“Assalamu Alaikum” significa “que la paz sea contigo” y es la forma en la que los musulmanes se saludan y reconocen entre ellos. “Es el mejor saludo que puede recibir un musulmán”, compartió Gibril, un voluntario de la mezquita de Polanco.