En el marco de la Política Nacional de Vacunación contra Covid-19, la teniente enfermera Sandra Cárdenas será una de las encargadas de aplicar las dosis de Pfizer al personal de Salud; aunque asegura que la vacuna es una esperanza contra la pandemia, pide a la gente no confiarse y continuar con todas las medidas de higiene y sana distancia.
“Cuídense mucho, sigan las reglas de salud, de verdad estamos haciendo esfuerzos supergrandes para poderlos cuidar, ayúdenos”, pidió.
Durante el simulacro de vacunación en el 81 Batallón de Infantería, el cual inició a las 10:13 horas de ayer, la enfermera afirmó que formar parte del personal que aplicará las dosis es una gran responsabilidad.
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“Se siente mucha responsabilidad, es una vacuna nueva y hay mucho peso encima, pero nos capacitaron, nos informaron sobre la vacuna, los riesgos y lo que conlleva la inmunización. Además, prefiero pensar que es una esperanza para que todos estemos bien”.
A 10 meses de que inició la pandemia en México, la enfermera reconoce que siente frustración cuando observa que la población no mantiene las medidas de higiene y sana distancia; lamenta que la realidad en los hospitales sea ajena a la que vive la ciudadanía, que no sigue la recomendación de quedarse en casa.
“Es muy frustrante que a pesar de que se les dice y se les dice de las medidas, que no hagan fiestas, que no haya acumulación de gente, es muy frustrante que a pesar de eso sigan haciendo muchas cosas, porque uno en el hospital ve una cosa y en casa se ve algo muy diferente, siguen habiendo fiestas, gente sin cubrebocas, sin seguir las medidas, y es muy frustrante llegar al hospital y verlo lleno, la verdad es muy triste”, dijo mientras esperaba a uno de los militares que serían vacunados como parte del simulacro.
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Resaltó que durante su labor en la primera línea de batalla contra el coronavirus, lo más difícil es perder vidas humanas, no lograr que un paciente sobreviva y decirle a las familias que no se podrán despedir de un ser querido.
“Lo más difícil es que se nos vayan las vidas de las manos, es muy triste que a pesar de que ahorita sabemos más sobre los protocolos que se tienen que seguir para evitar contagios, las vidas se nos sigan yendo, es algo muy triste, pero también es satisfactorio cuando tenemos la oportunidad de dar a alguien de alta y aplaudirle”.