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La muerte a causa de enfermedades prevenibles o como consecuencia de servicios de salud saturados o insuficientes por el saqueo de los recursos públicos generó resentimiento social, pérdida de garantías a la población y puso en riesgo la gobernabilidad, afirma el presidente de la Comisión de Salud del Senado de la República, Miguel Ángel Navarro Quintero (Morena).
En entrevista, dice que para el presidente Andrés Manuel López Obrador el problema de la salud es la primera prioridad de su gobierno, antes, incluso, que la seguridad pública.
Señala que en las políticas públicas para atacar este rezago doloroso serán primordiales la universalización de los servicios de salud, que el gobierno federal tome el control de la atención a nivel estatal y que combata la corrupción e impunidad en el ejercicio del gasto que “enfermó” al sector.
Habrá, señala, una reorganización de los servicios que terminará con la forma en la que operó el Seguro Popular, que dejó una experiencia de saqueo de recursos públicos. De manera adicional, Navarro Quintero asegura que habrá que ver el margen de corrupción en compra de medicamentos e instrumental médico.
¿Cuál es la situación de acceso para las personas que tienen menos recursos?
—Es enormemente delicada y ubico a la salud como factor de gobernabilidad. El sector informal está en el desamparo ante una embestida de enfermedades costosas y complejas.
¿Hay enojo social?
—Hay una sociedad muy inconforme que se lamenta y se molesta porque hay muertes que pudieron ser evitadas.
¿Podría mencionar un ejemplo de esas muertes evitables?
—Al año mueren dos mil 300 niños a consecuencia del cáncer porque tardamos en diagnosticar y tratar.
¿Cómo corregir esta crisis?
—El sistema de Salud está en una grave crisis que obliga a un proceso de reorganización integral que apueste más recursos y mejor organización.
¿Cómo se reemplazará al programa del Seguro Popular?
—La nueva propuesta que hace el presidente Andrés Manuel López Obrador es universalizar los servicios de salud con eficacia, eficiencia, humanismo y calidad, garantizando a la población más pobre atención y medicamentos gratuitos para todos.
¿Falló el Seguro Popular?
—No fue bien operado. La desorganización generó desvíos. Además de la ineficiencia, hay cargas financieras muy graves para el Estado.
Por ejemplo, hay 80 mil y hasta 100 mil plazas sin regularización que nacieron al calor del Seguro Popular, pero sin recursos para pagarlas.
¿Caso grave de corrupción?
—El supuesto es que hubo mal manejo de recursos, desviación, se estima que de 70 mil millones de pesos en todos los estados, y la consecuencia es inconformidad social.
¿Qué pasos dar?
—La organización debe regresar al gobierno, federalizando los servicios de salud. Mucha gente iba a cobrar y no trabajaba, esa es una de las irregularidades que se debe corregir.
¿Hasta dónde llegó la crisis en el sector Salud?
—Hasta que el mismo director del ISSSTE, Sebastián Lerdo de Tejada Covarrubias, fue a Urgencias del hospital Adolfo López Mateos y murió.
En otros casos, la gente vende su patrimonio o se endeuda toda la vida por una enfermedad.
Nos señala problemas en las plazas, pero ¿hay otras áreas que tengan complicaciones?
—Hay muchos miles de millones de pesos en pasivos, tanto de recursos humanos como en compra de medicamentos, en fondos pensionarios que serán una deuda heredada del Estado que debemos parar de inmediato.
¿Personal del Seguro Popular con pensión que no existe?
—No existen, se rebasó el tope de contrataciones para las que no existen en perfiles, que en muchos casos no se necesitaban.
¿La crisis es muy aguda?
—He solicitado al Presidente que es justo y necesario llevar a cabo una convocatoria nacional por la salud de los mexicanos que nos incorpore a todos, contribuir a quitar el resentimiento social que crece ante la insatisfacción de servicios médicos.
¿Efectos de la corrupción?
—La situación es una crisis real. La corrupción generó saqueo de medicamento y de lo más elemental, esto genera un choque social y la pérdida de garantías sociales.
El Presidente de la República ha mencionado que tiene dos prioridades: la salud y la seguridad pública.
¿Qué decirle a un derechohabiente del IMSS en una clínica saturada que vienen más pacientes de un nuevo Seguro Popular?
—No se toca al régimen ordinario que es sostenido por cuotas tripartitas. Dotamos IMSS Bienestar de recursos federales presupuestados y no habrá riesgo de saturación.
¿Son tiempos de retos para el sector Salud?
—Tengo mucha fe de que mis compañeros de sector habrán de aportar lo que México exige para evitar muertes prevenibles con atención a tiempo y suficiente.
El sistema de Salud tiene cura y habremos de sacarlo con el apoyo de los ciudadanos, de los trabajadores de la salud, con el combate a la impunidad y corrupción.