Morena eligió a las personas que estarán a cargo de la dirección del partido en los próximos tres años, con lo que inicia un nuevo ciclo tras el retiro del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero asegurándose de que perdure su legado para la continuidad del movimiento; destaca la inclusión de su hijo, Andrés López Beltrán, en la vida interna del partido.
Morena llevó a cabo su séptimo Congreso Nacional, en el que por unanimidad los 3 mil integrantes de este órgano eligieron a Luisa María Alcalde como próxima presidenta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), y a Carolina Rangel como secretaria general.
En la Secretaría de Organización, encargada de la integración de los comités de defensa para trabajo en territorio, quedó Andrés Manuel López Beltrán, hijo del Presidente y quien hasta ahora había mantenido un bajo perfil, pese a ser uno de sus operadores políticos.
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“Son momentos de difícil interpretación porque me da mucho gusto iniciar mi carrera aquí, donde siempre estuve, pero me da una enorme tristeza hacerlo al tiempo que se retira nuestro máximo dirigente. Todos sabemos que él seguirá presente en este partido con su ejemplo, con su legado, nuestro trabajo al frente de esta secretaría será mantener ese legado, esa política”, subrayó.
“Él se va al retiro, dijo que se iba a retirar cuando hubiera un relevo generacional, y quiero que todos entendamos que cuando se habla de ese relevo, se habla de nuestra presidenta electa, la compañera Claudia Sheinbaum Pardo”, indicó ante un avasallador respaldo.
Al Congreso morenista asistieron los gobernadores en funciones y los siete que fueron electos en junio pasado; como invitada de honor, la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
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Alcalde Luján, secretaria de Gobernación saliente, dio su primer mensaje como nueva líder del partido con una promesa: “No les voy a fallar.” Reconoció los retos que enfrentará el partido ante su crecimiento vertiginoso, y sobre todo, ante la ausencia de López Obrador, fundador y primer dirigente del movimiento.
“Concluye la primera etapa de la Cuarta Transformación y el presidente López Obrador se va confiado a Palenque, a su merecido descanso y a seguir luchando, ahora, desde la escritura. Se va a Palenque tranquilo del deber cumplido y confiado que el relevo generacional del movimiento está en manos de la presidenta electa. Él no le falló al pueblo de México, nosotros tampoco podemos fallarle”, aseveró.
Señaló que los adversarios de Morena están equivocados al decir que el partido no será nada sin López Obrador.
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“Lo que no saben es que la forma de demostrarle gratitud y cariño, es siguiendo su ejemplo y cuidando su legado. Estamos todos obligados a ello”, insistió.
“Yo asumiré la presidencia de Morena emocionada, porque pronto se cumplirá la profecía de Andrés Manuel López Obrador. México tendrá a la mejor presidenta del mundo y Morena seguirá su rumbo y se convertirá también en el mejor partido del mundo, ni más ni menos, eso es lo que merece el pueblo de México”, exclamó.
Como uno de los ejes de su dirigencia, propuso la elaboración de dos documentos para su discusión y difusión: 100 postulados de un morenista y Decálogo para gobiernos municipales y estatales.
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Al primero lo describió como “un catálogo de ideas que nos permite identificarnos y conducirnos. Saber qué significa ser de Morena, lo mismo en la vida, en la lucha y en el movimiento, pero también en la política, el ejercicio del poder, el gobierno y la economía. Este documento será discutido, publicado y distribuido a todos los morenistas de todos los rincones del país”.
A puerta cerrada, en una reunión de menos de dos horas y con las propuestas planchadas, Morena renovó nueve cargos del CEN.
En la Secretaría de Finanzas, a propuesta de Luisa María Alcalde, fue elegido Iván Herrera, quien se desempeña como su jefe de Oficina en la Secretaría de Gobernación.
Otros nombramientos fueron: en la Secretaría de Comunicación, Camila Martínez; Aarón Enríquez será secretario de Jóvenes; Arturo Martínez, secretario de Arte y Cultura, y Manuel Zavala, secretario de Movimientos Sociales.
