El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó este lunes el presunto robo de un libro en una librería de Buenos Aires, Argentina, por parte del embajador mexicano Óscar Ricardo Valerio, pero pidió evitar "linchamientos" contra el diplomático.
En su conferencia mañanera , el mandatario mencionó que la Secretaría de Relaciones Exteriores está atendiendo el caso para ver qué procede, pero pidió que no haya linchamientos públicos y políticos.
En Palacio Nacional, López Obrador afirmó que Valerio, diplomático de carrera, es una persona con una trayectoria limpia en política exterior y que es un hombre con mucha cultura.
Es un hombre mayor, dijo, por eso se decidió que él nos representara en Argentina, por toda su trayectoria.
Así lo dijo López Obrador
En el caso del embajador Ricardo Valero, se trata de una persona con una trayectoria, yo diría limpia, en política exterior. Es importante que se sepa, Ricardo Valero es un diplomático de carrera, un hombre con mucha cultura. Fue, en los mejores tiempos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, subsecretario de Relaciones Exteriores, fue legislador, coordinador del grupo parlamentario del PRD, una gente muy cercana a Porfirio Muñoz Ledo, sobre todo en lo que tiene que ver con la política exterior, es un hombre mayor. Por eso se decidió que él nos representara en Argentina, por toda su trayectoria, es un internacionalista de primer orden.
Se da este caso lamentable. La Secretaría de Relaciones Exteriores lo está atendiendo para ver qué procede, que no haya linchamientos públicos, políticos, por eso doy los antecedentes.
Les voy a contar algo que me sucedió. Una vez fui a la Gandhi, ya era yo jefe de gobierno electo, en el 2000, hace como 20 años, porque quedé en verme con una persona en el café, en el restaurante de la Gandhi; y antes vi los libros y un señor adentro me dio un libro, me regaló un libro.
No llegó el invitado con el que me iba yo a entrevistar. Ya me salí con el libro en la mano, entonces me detuvieron, me pidieron que yo presentara la nota. Les dije:
-Me lo acaban de dar, me lo regalaron el libro.
-No, pues no lo puede usted sacar.
-No, pues ahí está. Y ya me fui.
Como a la semana regresé para la misma reunión ahí en la Gandhi. Se enteró el dueño de la Gandhi, -creo que ya falleció el señor- y va y me ofrece disculpas y me lleva 10 tomos de la Historia de la Ciudad de México, de Fernando Benítez, como desagravio. No saben cuánto me sirvieron esos libros, porque decían mis adversarios que yo no conocía la ciudad, que era yo de Tabasco.
Entonces, sí la conocía, pues estudié aquí, además fui dirigente aquí, trabajé aquí en la ciudad, en el INCO, en el quién es quién en los precios; pero de todas maneras me puse a leer los 10 tomos, que los recomiendo, porque son extraordinarios, los libros es una investigación de primera, desde la fundación de México-Tenochtitlan hasta los tiempos actuales, hasta los años 80.
Entonces, tengo ese antecedente.