Ella es La Fatshionista, cuyo sobrenombre es la combinación de palabras en inglés que conjuntan fat (gordo/a) y fashion (moda), es decir, moda para personas gordas. Un apodo fuerte, disruptivo y poderoso, como su esencia. Su nombre real es Priscila Arias, orgullosamente mujer y mexicana; estudió maquillaje y también es experta en moda e imagen .

Con su historia de vida construyó un proyecto de inclusión para las personas plus size, el cual hoy es un parteaguas en nuestro país, no sólo en la industria de la moda, sino también en la lucha contra la discriminación y la influencia e inspiración entre las comunidades sociales.

Es la mayor de cinco hermanas y nació siendo un bebé grande, de peso y talla por arriba del promedio. Así que cuando llegó a la edad de nueve años, fue sometida a su primera dieta para ayudarla a bajar los kilos que tenía de más. El régimen alimenticio se lo prescribió un especialista al que la llevaron sus papás.

Lee también:

No fue sometida a ningún examen médico ni estudios para descartar enfermedades, padecimientos o condiciones que ayudaran a explicar por qué tenía sobrepeso. El médico asumió que era por sus hábitos alimenticios, por comer mucho. Sin embargo, ella recuerda que en su casa no había refrescos ni comida chatarra, no comían postres o dulces y que consumía las mismas porciones de alimento que sus hermanas, quienes no eran físicamente como ella, grandes.

Desde ese momento comenzó el camino de las dietas que fue combinando después con pastillas supuestamente naturales. Trató de hacer todo para ser delgada sin lograrlo; aunque se matara de hambre. Su desesperación la llevó a tomar unas pastillas milagro que provocan taquicardias, ansiedad, insomnio, fatiga, náuseas y diarreas extremas, y que con el paso del tiempo causan afecciones en el hígado.

Estaba tan enfocada en bajar de peso que no pensaba en otra cosa, incluso la escuela la dejaba de lado. Decidió estudiar maquillaje, aunque lo que le apasionaba era la historia. Por ello considera que la violencia estética y la gordofobia son tan peligrosas que hacen que las mujeres pierdan el sentido de su vida.

Lee también:

Su papá, tíos, compañeros de la escuela, profesores y hasta la mamá de su exnovio le recomendaban dietas todo el tiempo, con el argumento de que era por su bien y para sentirse mejor consigo misma. Pero un día no pudo más con todo el bullying que llevaba sufriendo desde que nació y comenzó su “etapa de la rabia”, como ella la llama, en la que se dio cuenta de que todos estos mensajes la alejaron del bienestar, de la salud y de ella misma y puso límites para comenzar a transformar su realidad.

Decidió crear una página de Facebook, en abril de 2015, para expresar su sentir y encontrar mujeres que se sintieran igual. Así nació La Fatshionista.

Posteriormente, en 2018, hizo un casting en Televisa para un programa llamado Felizmente, en el que daba tips de maquillaje, de moda e imagen, y ahí fue cuando comenzó su revolución por hacer que la industria fashionista en México realmente considerara a las mujeres plus size.

Para su primer aniversario lanzaron un espacio llamado Consultorio felizmente, en el que La tía Pris, como se presentaba, abrió una conversación con su comunidad para dar recomendaciones en torno a su imagen, para lograr levantar su autoestima y vencer todos esos miedos causados por el acoso que sufrían a causa de su talla grande.

La comunidad de La Fatshionista comenzó a crecer, pero tuvo su periodo de mayor éxito durante la pandemia, cuando Priscila se enfocó en generar más contenido del que ya hacía, expandiéndose al tema de la gordofobia e incluyendo a expertas de la salud, como las doctoras Raquel Lobatón y Mariana Robles.

Y fue precisamente Raquel Lobatón, quien por primera vez le realizó estudios para saber cómo se encontraba de salud. Entonces, se enteró de que tiene resistencia a la insulina, que “es la alteración metabólica donde las células del páncreas [encargadas de la producción de insulina] se ven exhaustas por un largo proceso de estar trabajando al doble o al triple de su función normal, con el fin de mantener los niveles de glucosa por debajo de 100 mg/dl [miligramos por decilitro]”, según la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología.

Entre los síntomas están la fatiga crónica, dolor de cabeza, aumento de peso, lesiones en la piel y sueño extremo después de ingerir una carga alta de carbohidratos. Esta condición en Priscila puede explicar por qué no ha logrado bajar de peso aunque lo ha intentado todo, pero fue hasta su vida adulta, a los 29 años, cuando se lo diagnosticaron.

Actualmente, La Fatshionista cuenta con una comunidad de 4.3 millones de usuarios, que en su mayoría son mujeres. En sus diversos canales sociales, además de hallar toda la información y consejos mencionados antes, las personas pueden encontrar apoyo y empatía para acompañar su proceso de poner límites contra la gordofobia y la violencia que han sufrido a lo largo de su vida por ser de talla grande.

Aunado a esto, Priscila Arias ha cumplido muchos de sus sueños, como haber creado una gran comunidad y ser una de las influencers más importantes del país. Además, participar en una película (Chilangolandia, 2021), ser reconocida como referente de la lucha contra la gordofobia y también por su talento como creadora de contenido en los Premios Eliot, que galardonan a los líderes digitales de habla hispana.

Considera que su mayor logro es ayudar a transformar vidas con el mensaje que da para que menos niñas se enfrenten al bullying que ella sufrió, y en vez de preocuparse por el tamaño de su cintura, se enfoquen en lo que quieren lograr en la vida.

El principal objetivo de Priscila es “hackear el sistema de salud”, tener buenas noticias de la OMS, que dicten que la salud se determina por una serie de factores del ser humano y no sólo por el peso y la talla.

Su principal mensaje hacia las mujeres es recordar que “es necesario callar las demás voces para escuchar la propia” y que “la salud no se mide en kilos”.

para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión y muchas opciones más.