En cuestión de tres horas Rosario Robles —una de las funcionarias más cercanas al expresidente Enrique Peña Nieto durante su mandato— recibió un nuevo revés ante un tribunal.
Ayer, el juez no le dio oportunidad de debatir y al final de la jornada, a las afueras del Reclusorio Sur, los rostros de la familia de la extitular de la Secretaría de Desarrollo Social se miraban entre la dureza que provoca el enojo y el dolor.
Hace apenas unos días Robles y su equipo de defensa celebraban el dictado de una sentencia de amparo en la que ordenaron al juez Ganther Alejandro Villar Ceballos revisar si es posible que continúe su proceso en prisión domiciliaria.
Pero durante la audiencia, el juez dedicó al menos una hora a explicar a la Fiscalía General de la República (FGR) y a la defensa los efectos de la sentencia de amparo y la forma en la que se desarrollaría la diligencia.
De este modo, les informó que no les permitiría debatir para defender si Robles debería permanecer en prisión o si podía ir a prisión domiciliaria.
A la única a la que le permitió hablar fue a Robles y en ese momento, la exfuncionaria aprovechó para afirmar que no busca un trato preferencial ni salir del penal de Santa Martha para ir a “restaurantes lujosos”.
Pidió al juzgador revisar bien los documentos que la FGR ha presentado para mantenerla en prisión preventiva justificada, como la llamada fake licencia en la que aparece un domicilio en la alcaldía Miguel Hidalgo.
Esto, debido a que la FGR afirmó que ese domicilio es el que Robles rentó cuando era titular de Sedesol, pero la exfuncionaria le precisó al juez que el que ella alquiló está en la alcaldía Cuauhtémoc.
El juez analizó los documentos del expediente donde consta que antes de ser vinculada a proceso Rosario Robles se encontraba de viaje en Europa con su hija Mariana Moguel.
En la primera audiencia del caso uno de los abogados de la exfuncionaria dijo que ese viaje lo hizo para recibir un curso; sin embargo, conforme pasaron las horas, la propia Robles cambió esta versión y comentó que el viaje duraría tres meses y era de placer porque toda su vida ha sido afecta a viajar.
También analizó que existen constancias de tres domicilios distintos y que en ningún momento Robles le informó al juez de control que la vinculó a proceso que alquiló el departamento de la alcaldía Cuauhtémoc sino hasta que la FGR lo presentó como dato de prueba en la llamada fake licencia.
En la audiencia de ayer no hubo cambios. Todos los elementos analizados por el juez Villar Ceballos fueron los mismos que utilizó en su momento el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna cuando le impuso a Robles prisión preventiva justificada.
Había esperanza en su defensa y su familia en que el argumento del deterioro de la salud de Robles podría cambiar su suerte, pero no hubo cambios y regresó al penal de Santa Martha Acatitla.