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La reciente noticia del freno de Tesla en la construcción de su fábrica en Nuevo León retumbó en México, como hace siete años con el retiro de una planta de Ford.
Ayer, Elon Musk, CEO de la empresa, anunció su decisión señalando que la suspensión estará al menos hasta que se celebren las elecciones presidenciales en Estados Unidos, previstas para el próximo 5 de noviembre.
Lo anterior, luego de que el candidato presidencial republicano, Donald Trump, prometiera aplicar aranceles a autos importados con el fin de impulsar a la industria automotriz estadounidense.
"Creo que tenemos que ver lo que pasa con la elección. [El candidato presidencial republicano, Donald] Trump ha dicho que pondrá aranceles a los vehículos producidos en México. Así que no tiene sentido invertir mucho en México si eso va a pasar", declaró Musk durante una teleconferencia con analistas y medios de comunicación.
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Algo parecido sucedió hace siete años, cuando Ford Motor Co canceló la construcción de una planta automotriz en San Luis Potosí, lo que causó el agradecimiento del entonces presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
En su cuenta de la entonces red social Twitter, perteneciente desde 2022 a Elon Musk, Trump escribió: "Gracias Ford por descartar una nueva planta en México y por la creación de 700 nuevos puestos de trabajo en los Estados Unidos. Esto es sólo el principio de lo mucho que está por venir".
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El 3 de enero de 2017, la compañía estadounidense anunció la cancelación de una inversión por mil 600 millones de dólares para construir una nueva planta en San Luis Potosí, donde fabricaría los autos compactos Focus y C Max, creando 2 mil 800 empleos directos.
En lugar de ese plan, Mark Fields, presidente y director ejecutivo de Ford, informó que se invertirían 700 millones de dólares en la planta de Flat Rock, Michigan, para fabricar vehículos autónomos y eléctricos Mustang híbrido y Lincoln Continental, además de un centro de innovación, con lo que se crearán 700 empleos directos.
"Esta inversión incremental en la Planta de Ensamblaje de Flat Rock (en Michigan) tiene origen en los mil 600 millones que la compañía previamente ha planeado invertir en la nueva planta en México", dijo la empresa en un comunicado.
Es así como, por segunda ocasión, México se quedó “vestido y alborotado” por una automotriz extranjera.
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