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CDMX.- Durante la homilía dominical en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México celebrada por monseñor Salvador González Morales , dijo que la Candelaria es una fiesta donde Jesús nos llama a la convivencia, unión, solidaridad, fraternidad. Representa un encuentro entre hermanos.
Pidió, “reconocer que es el Señor quien viene siempre a nosotros para con alegría también nosotros ir hacia él, hacía Jesús vamos cuando aceptamos ir al Señor”.
El mensaje de este día es claro, refirió el prelado, puesto que hoy en la celebración de la Candelaria , que es la fiesta de la presentación del Señor, que era conocida como “La Purificación de Santa María”.
Esta, aseguró, es la expresión con la que se refirió Simeón a nuestro Señor “Luz que alumbra las naciones”, misma que simbólicamente se representa con la bendición de velas o candelas.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, asentó que “se ha probado la superioridad de Cristo sobre los Ángeles, pues la redención es obra de Jesucristo no de Ángeles, especialmente por medio de sufrimiento y muerte. Él es nuestro hermano, carne de nuestra carne, semejante en todo a nosotros menos en el pecado y por está razón es pontífice compasivo, oferente único y al mismo tiempo víctima perfecta.
Agregó que es “Jesús es el mediador único que asocia a sus hermanos haciéndolos hijos de Dios, Cristo es el hijo heredero de todo, resplandor de la obra del Padre”.
En esta fiesta, puntualizó el obispo, volvemos a reconocer que es el Señor que viene a nuestro encuentro, entra su nuestra casa, con la ofrenda de los pobres para traer la salvación. Es necesaria la intervención de los hombres piadosos y justos para poder descubrir esa presencia renovadora.
“Es imprescindible la voz de los profetas para poder descubrir al que viene a nosotros con el deseo de salvarnos, con la discreción de las imágenes del Niño Jesús hoy bien arregladas con vestidos nuevos, muchos de ustedes viene a celebrar al Señor, pero ¿cuál es nuestra verdadera intención?”, apuntó monseñor González.
Esperamos que con la ayuda del Espíritu Santo, a través de las imágenes podamos ir a quién nos representa. Hacía Jesús vamos cuando aceptamos ir al Luz que nos ilumina, vamos cuando aceptamos el evangelio, concluyó el obispo.
