Para la senadora Kenia López Rabadán, los resultados del pasado 2 de junio deben llevar al PAN a hacer un mea culpa, y reflexionar profundamente sobre el camino a seguir, pues si no toma las decisiones adecuadas, el país se quedará sin oposición, lo que resulta grave para México.
En entrevista con EL UNIVERSAL, la legisladora reconoce la victoria de Morena por encima de la coalición Fuerza y Corazón por México, pero advierte que fue una elección en la que el Presidente de la República metió las manos, en donde se hizo uso de los programas sociales para cooptar el voto, y en donde la violencia formó parte de los resultados.
Sobre la renovación de la dirigencia, López Rabadán dice que ser presidenta del PAN sería el más alto honor, y adelanta que está haciendo una valoración seria y profunda sobre la posibilidad de participar.
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Recuerda que hoy todos los partidos políticos están dirigidos por hombres, pese a que es tiempo de mujeres, por lo que hace votos para que los institutos políticos entiendan que la realidad en el país ya cambió, “tanto que tendremos a la primera presidenta de México”.
“Hemos vivido una elección que nos obliga a una reflexión seria y profunda en la oposición. Es claro que el PAN será el partido número uno en términos de oposición, pero también es claro que debemos analizar qué es lo que la ciudadanía prioriza y sobre ello trabajar para defender esas prioridades desde el PAN”, puntualiza.
La legisladora aprovecha para agradecer a los más de 16 millones y medio de mexicanos que votaron por la oposición, pero reconoce que el PAN requiere urgentemente fortalecer su credibilidad con la ciudadanía.
“Necesitamos hacer un mea culpa, necesitamos saber cómo corregir nuestros errores para poder ser una esperanza de futuro para millones de mexicanos. Aceptamos el triunfo del partido en el gobierno, pero también sabemos que fue una elección en donde el Presidente de la República metió las manos, en donde se hizo uso de los programas sociales, y en donde la violencia formó parte lamentable de muchas decisiones”, indica.
López Rabadán detalla que el reto del albiazul en los años por venir es modernizarse y tener una visión incluyente que represente a la mayoría de los mexicanos: “Tendremos en esta nueva administración que demostrarle a los mexicanos que somos el partido de oposición que puede ser mejor, el partido que trabaja para que los ciudadanos puedan vivir mejor”
Sobre la renovación de la dirigencia nacional, dice que analiza seriamente participar: “Ser presidenta del PAN es el más alto honor que tendría cualquier panista. Yo soy panista desde hace 28 años, y por ello es que estoy haciendo una valoración seria y profunda sobre la posibilidad de participar o no en esa contienda”, apunta.
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La senadora albiazul recuerda: “Es necesario que haya apertura de miras, es tiempo de mujeres, tan es tiempo de mujeres que tendremos por primera vez en la historia a una mujer presidenta, tan es tiempo de mujeres que tuvimos a Xóchitl Gálvez como candidata de Fuerza y Corazón por México, tan es tiempo de mujeres que la mitad del gabinete federal y la mitad del Congreso deberá de ser de mujeres. Por supuesto que es tiempo de mujeres, hoy todos los partidos están dirigidos por hombres y eso me parece que no es congruente con la realidad de México”, puntualiza.
López Rabadán subraya que quien gane la dirigencia no comandará en miel sobre hojuelas, por el contrario, encabezará los años quizá más complejos del partido blanquiazul.
“Vendrán días o meses, quizá años complejos, y hay que defender a las instituciones, hay que defender las libertades, hay que defender a la democracia, hay que defender el sentido de los votos cuando no son favorables e incluso cuando no son adversos. Será un gran reto dirigir al partido número uno de la oposición en México, pero sobre todo tendrá la gran oportunidad de representar a millones de mexicanos que buscan el bien de este país, y si dejamos ir esa oportunidad por supuesto será lamentable para el partido y para México”, sentencia.
Finalmente, la lideresa panista se dice confiada en que haya piso parejo, y aprovecha para pedir un alto en la alianza electoral con el PRI.
“Me parece necesario hacer un replanteamiento de las alianzas, es necesario hacer un análisis de para qué se harían las alianzas. Por ejemplo, la alianza en el Legislativo la veo más que obligada, por ejemplo, para presentar acciones de inconstitucionalidad, pero en términos electorales sí veo que se debe poner un alto y hacer una reflexión”, argumenta.