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Los jesuitas en México no se callarán ante la violencia que lacera a los más pobres del país, dijo el padre Luis Moro, Prepósito Provincial de la Compañía de Jesús en México, durante la ceremonia religiosa que se ofició este martes en memoria de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora, asesinados este lunes en una comunidad indígena de Chihuahua.
Las dos estolas de los sacerdotes acribillados este lunes en una comunidad indígena de Chihuahua, yacían junto con sus fotografías en la ceremonia religiosa que se ofició este martes en la iglesia de San Ignacio de Loyola, ubicada en Polanco, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
Atrás de las imágenes de los padres asesinados por presuntos elementos del crimen organizado , y cuyos cuerpos se desconoce su paradero, se encontraba una imagen de la Virgen de Guadalupe, de la que ambos eran muy devotos.
La homilía, oficiada por seis sacerdotes de la comunidad jesuita , se ofreció por la seguridad y por la paz del país, y se recordó a los más de 100 mil desaparecidos durante los últimos tres años.
“Los jesuitas en México no callaremos ante la violencia que lacera a los más pobres del país. Seguiremos presentes en estas regiones, a través de nuestras obras pastorales, educativas y sociales”, retumbaron en la iglesia las palabras del padre Moro.
Y alzó la voz cuando señaló que “hoy, lamentablemente hablamos del fallecimiento de dos hermanos, pero no tenemos sus cuerpos, y eso nos recuerda a las miles de familias que buscan a sus desaparecidos en el país, siendo a la fecha más de 100 mil personas que no han sido localizadas”, dijo el Prepósito Provincial de la Compañía de Jesús en México, padre Luis Moro.
En el altar, el religioso se refirió también “a los miles de desplazados y de migrantes que dejaron sus hogares y no regresarán más. Y no olvidemos la violencia generalizada que vive la niñez, las mujeres los hombres en muchos rincones de este país”.
En esa pequeña iglesia, se encontraban unos 100 feligreses, algunos de los cuales, y al término de la ceremonia se acercaron a los sacerdotes a abrazarlos y a externarles el pésame. Ahí, junto al altar en el que se encontraban las fotografías sonrientes de los dos padres asesinados.
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acmr