En “la fosa clandestina que se llama México” y “la monstruosidad de un sistema, se ha creado otra ocupación: la de [madre] buscadora”, mujeres que indagan sobre el paradero de sus hijos, hermanos, padres, tíos o sobrinos, declaró el capitán Marcos, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Consideró que esta labor que llevan a cabo cientos de mujeres por todo el país es “la más terrible, angustiante, penosa y anacrónica de todas las ocupaciones”, que hay en México.
En un escrito titulado Cuarta parte y primera alerta de aproximación. Varias muertes necesarias, el capitán Marcos recordó a las madres de 54 organizaciones que conformaron el Frente Nacional Contra la Represión (FNCR), que buscaron a sus hijos desaparecidos en los campos militares a partir de 1979.
“Pero después aparecieron otras [mujeres buscadoras], me parece que desde el sexenio de Vicente Fox [Quesada]. Primero unas cuantas dispersas en la geografía. Luego más. Luego en grupos. Ahora en toda esta fosa clandestina que se llama México, van de un lado a otro, buscando a quien les hace falta”, señaló.
En el escrito, el jefe zapatista subrayó que “en los gobiernos ha pasado ya todo el espectro político electoral, todas las banderas electorales, todas las siglas partidarias y la presión de buscadora crece”.
El capitán Marcos consideró que “la monstruosidad de un sistema ha creado otra ocupación: la de buscadora. Acaso la más terrible, angustiante, penosa y anacrónica de todas las ocupaciones. Pocas cosas señalan más el fracaso de una propuesta política en el poder, que la existencia y crecimiento de la ocupación de buscadora”.
Marcos les dice a las madres buscadoras que no paren en su búsqueda por encontrar a sus seres queridos: “No dejen de buscar. Esas personas ausentes valen por la sangre que heredaron, la de ustedes. No conocemos a quienes les faltan, pero las conocemos a ustedes y la nobleza de su lucha. No se rindan, no se vendan, no claudiquen. Aunque el horror que afrontan no está de moda, su causa es justa y noble, y ningún político puede decir lo mismo.
“Su necia dignidad enseña y muestra el camino. Ojalá más personas las miraran como las miramos nosotros, los pueblos zapatistas: admiración y respeto”, apuntó.