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Ayer domingo dio inicio la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos, y la Iglesia católica afirmó que en los actuales tiempos, enmarcados por la violencia en México y en el mundo por secuestros masivos, atentados terroristas, violencia intrafamiliar y una fractura del tejido social, es una oportunidad para reflexionar y cargar “baterías espirituales”.
En su editorial semanal Desde la fe, hizo un llamado a la reflexión de lo que acontece en nuestro país y en el mundo, con el propósito de tener una mejor sociedad.
“La Semana Santa no es sólo una oportunidad para ir a la playa, viajar a algún destino u organizar una fiesta, también representa una ventana ideal para reflexionar sobre nuestra vida, lo que acontece en nuestro país y el mundo, y lo que cada uno de nosotros aporta o no en la construcción de una mejor sociedad”, refirió en su semanario.
Esta pausa no forma parte de los días de descanso obligatorio; sin embargo, al ser un país que se declara en su mayoría católico, desde hace años se acostumbró a que las empresas e instituciones de gobierno dejaran a sus empleados vivir los oficios del Triduo Pascual, compuesto por las liturgias del Jueves y Viernes Santos, y la Vigilia Pascual, la misa más importante del año.
La Iglesia católica reiteró que “la Semana Santa no es una anécdota histórica sobre la trágica muerte y la increíble resurrección de un profeta que vivió hace 2000 años. Es más bien, un tiempo para recordar y volver a vivir el gran testimonio de amor que Dios nos ofreció a través de su Hijo muy amado, que sin importar su condición divina, abrazó con amor la cruz y nos alcanzó la vida eterna a todos los que crean en Él”.
A través de su editorial, enfatizó que Jesús está presente entre nosotros en cada momento, en las alegrías y las tristezas; “son días que nos recuerdan que nos ama a tal extremo que sufrió y murió para demostrar con su resurrección que ni el dolor ni la muerte tienen la última palabra”, dijo.