Los programas y obras de infraestructura para ampliar el acceso a Internet son fundamentales para reducir la pobreza, por lo que tienen que ser prioritarios y de interés público, consideró la senadora panista, Alejandra Reynoso Sánchez.
La legisladora de Acción Nacional propuso reformar los artículos 14, 19 y 36 de la Ley General de Desarrollo Social, a fin de establecer como prioritarios y de interés público los programas y obras de infraestructura para ampliar el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación , los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e internet.
En su iniciativa, argumenta que “quienes aún no están conectados siguen aislados de los beneficios de esta nueva era y quedan aún más rezagados”, y muchas de estas personas son mujeres, adultos mayores, personas con discapacidad, indígenas y residentes de zonas pobres o remotas.
Resalta que la pandemia de Covid-19 obligó a contar con tres elementos vitales para el acceso a una educación de calidad: energía eléctrica, disponibilidad de Internet y un dispositivo para tomar clases en línea, realizar tareas y evaluaciones de conocimiento.
Ante esa circunstancia, explica que la carencia de infraestructura de radiodifusión y telecomunicaciones, es un elemento diferenciador entre tener acceso a educación de calidad o no.
“Las emergencias sanitarias son fenómenos transitorios, pero la pandemia generada por el SARS-CoV-2 ha acelerado de manera importante todas las actividades relacionadas a las tecnologías de la información y comunicación”, señala en el documento.
Alejandra Reynoso afirma que por ello es imperiosa la necesidad de enfocar la atención y la medición de la política de desarrollo social hacia dichas tecnologías, ya que son un elemento diferenciador en las sociedades desarrolladas.
La legisladora panista sostiene en su iniciativa que el ritmo de la conectividad se ha detenido e, incluso, invertido, en algunos grupos. Por ejemplo, a nivel mundial, la proporción de mujeres que utilizan Internet es 12 por ciento inferior a la de los hombres, y si bien esta diferencia se redujo en la mayoría de las regiones entre 2013 y 2017, en los países menos adelantados aumentó del 30 al 33 por ciento.
“La conectividad y el acceso a recursos tecnológicos, particularmente a Internet, son coadyuvantes en el potencial de desarrollo de los seres humanos, por ello proponemos entre otros aspectos, que la conectividad a Internet sea medida como indicador de pobreza por el Coneval”, indica.
Además, en su iniciativa, que fue turnada a las comisiones unidas de Gobernación y de Estudios Legislativos, plantea adicionar una fracción al artículo 32 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, para que a la Secretaría de Bienestar también le corresponda promover la construcción de infraestructura y equipamiento respectivo.
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kl