No hubo necesidad de operación cicatriz tras el desaire del 30 de septiembre. Incluso fue recibido con abrazos y selfies por quienes se decían agraviados por el plantón de cuatro secretarios de Estado, incluido él, y les prometió gestionar una tamaliza en Palacio Nacional donde el anfitrión sería el Presidente.
Adán Augusto López, titular de Gobernación, arribó a la sede del Senado para reunirse con la bancada de Morena comandada por “el compañero rebelde”, como calificó a Ricardo Monreal, quien lo recibió en el cónclave morenista acompañado por legisladores de esa bancada, del PVEM, PT y Encuentro Social.
Besamanos, abrazos y selfies sustituyeron a los reclamos de hace apenas una semana. Uno a uno, el tabasqueño se acercó a saludar a los 60 morenistas, más aliados. Monreal, siempre a su lado, le recordaba los nombres y la entidad de algunos de ellos.
“Pedir una disculpa (sic), si algún compañero pensó que mi inasistencia a la plenaria a la que fui invitado, convocado con tiempo, se debía a un malentendido, a un berrinche, que eso lo acostumbran los zacatecanos, los tabasqueños no. Nada más alejado de la realidad que eso, yo tuve un compromiso familiar ineludible”, dijo ante las risas de la mayoría.
Insistió que en el caso del Senado sí hay comunicación institucional fluida, “la hay con Ricardo [Monreal Ávila], que es no nada más nuestro amigo y compañero, a veces como el compañero rebelde, pero eso es a veces, nada más”.
Más tarde, Monreal aclararía, también en tono de broma: “Cuando se refería al zacatecano era por el senador José Narro Céspedes”.
López Hernández aclaró que no hay operación cicatriz porque no hubo heridas, y aseguró que con la bancada de Morena no hay un malentendido o “teléfono descompuesto”; por el contrario, “hay fluida comunicación entre nosotros.
“Que las siglas no nos dividan; al contrario, que nos unan, que nos hermanen y que no haya diferencias entre nosotros. A veces es mejor no voltear a ver para atrás, porque no nos vayamos a convertir en estatuas de sal”, aseveró, al tiempo que los exhortó a aprobar la reforma a la Guardia Nacional sin titubeos.
“Armenta me acaba de pasar un papelito. Dice: ‘Que nos invite a comer un tamal de chipilín’. Nada más que ahorita, ahorita hay veda de chipilín. Entonces no se puede”, dijo el secretario, quien ante las risas de los morenistas recompuso: “Pero yo creo que pasando el 19, 20 de septiembre pueda ser. Yo me comprometo a decirle hoy mismo, a transmitirle al Presidente, e inmediatamente comentarle a Ricardo y confirmarles qué día podría ser esa reunión”.
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