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Dos semanas después de haber iniciado sus movilizaciones en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el Frente Nacional Anti-AMLO (FRENAAA) realizó su marcha más grande para exigir la renuncia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La Plaza de la Constitución, espacio predilecto del Ejecutivo para realizar sus mítines, en esta ocasión fue ocupado por miles de personas que, con el puño en alto, gritaron: “¡Fuera López! ¡Fuera López! ¡Fuera López!”.
La movilización fue convocada el 29 de septiembre, horas después de que el Mandatario declarara que si en alguna ocasión había una movilización de 100 mil ciudadanos en su contra, y si las encuestas de opinión no le favorecían, dejaría su cargo.
Fue así como los opositores de López Obrador marcharon hacia el Zócalo, donde ya tenían un plantón instalado desde hace una semana y media.
En sus redes sociales, el frente presumió la participación de 160 mil personas en el movimiento, pero horas después el gobierno de la Ciudad de México informó que sólo habían sido 8 mil.
Antes de iniciar la movilización, los asistentes se registraron en una mesa y ahí se les entregó un distintivo con un número, con el objetivo de tener un mejor control y conteo.
Entre la confusión de las cifras, los inconformes se concentraron desde las 09:00 horas en el Monumento a la Revolución, avanzaron sobre avenida Juárez, pasaron por la calle 5 de Mayo e ingresaron al Zócalo, donde en esta ocasión no hubo elementos de seguridad pública y las vallas metálicas que resguardaban la zona fueron retiradas por los integrantes de FRENAAA.
“¡Pongan las casas de campaña!”, exigía uno de los líderes del con su megáfono mientras algunos le hacían caso y otros preferían dirigirse al balcón principal de Palacio Nacional para dar a conocer sus demandas.
Según la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, en la zona quedaron instaladas alrededor de 665 casas de campaña, aunque advirtió que muchas no están ocupadas.
“El objetivo es que el Presidente salga antes del 30 de noviembre porque no ha dado resultados, ya no queremos este gobierno, cada vez estamos peor en salud, en pobreza, en economía”, dijo Roxana Quintanilla, una de las manifestantes.
Se trató de una marcha distinta y casi irreconocible en la capital del país, aunque no alcanzó el nivel de la que se realizó en junio de 2004, cuando también un nutrido grupo de ciudadanos salió a protestar por la inseguridad en el país y su capital, entonces gobernada por quien ahora ocupa Palacio Nacional.
En los últimos años, la Plaza de la Constitución se había acostumbrado a las movilizaciones impulsadas por grupos de izquierda, colectivos estudiantiles y movimientos sindicales.
Ayer no se escucharon las arengas y celebraciones de los seguidores del actual Presidente, sino de quienes lo critican y cuestionan. Las demandas contra López Obrador estaban acompañadas de otros gritos de grupos provida, los cuales cargaban una imagen gigante de la Virgen de Guadalupe y exclamaban ¡vivas! para distintas figuras religiosas.
Aunque fueron miles los que llegaron al Zócalo capitalino, la mayoría apenas se concentró por unos minutos y después se retiró a los restaurantes de los alrededores o abordaron distintos medios de transporte para volver a sus hogares.
“Me encantaría que [el Presidente] pueda irse del gobierno. Por lo que conozco de las leyes del país, sé que eso no será posible, pero por lo menos que tome conciencia y en lo que le queda de su mandato pueda pensar en todos y no sólo en el pequeño grupo que él quiere defender”, dijo Raúl García en entrevista.
El hombre viajó desde Puebla a la capital para participar en esta protesta, y como él muchas personas más. Algunos arribaron en autobuses desde Tamaulipas, Jalisco, Nayarit, Durango, entre otras entidades, y todos hicieron presentes sus exigencias.
El grupo anti-AMLO aprovechó la ocasión y extendió el plantón en la plancha del Zócalo, por lo que los integrantes de FRENAAA acarrearon con diablitos algunas casas de campaña y las acomodaron en la zona para reforzar sus protestas.
Aunque esta organización logró llenar la avenida Juárez, así como 5 de Mayo, ya en el Zócalo quedaron espacios vacíos por quienes decidieron retirarse del lugar y no acampar.