Durante los últimos 40 años, caminó junto a su madre, la luchadora social . Caminaron por todo el país como compañeras del en busca de desaparecidos, exigiendo verdad y justicia para sus familias.

Hace tres meses, esta mujer de trato amable se manifestaba frente a Palacio Nacional apoyando a víctimas de desaparición forzada, sin pensar que ayer sería electa por el Senado de la República para presidir a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Sustituirá a Luis Raúl González Pérez en la presidencia del organismo autónomo y estará al frente de la institución por cinco años.

También es recordada porque el pasado 23 de octubre acudió a la Cámara Alta a nombre de su madre para recibir la Medalla Belisario Domínguez que los legisladores otorgaron a su madre; sin embargo, durante la lectura del discurso, escrito por Rosario Ibarra, encargó la presea al presidente Andrés Manuel López Obrador n todos los casos de desaparición forzada.

“¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!”, gritó en aquella ocasión, una oración que, asegura, será uno de sus estandartes al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos desde la próxima semana, cuando ocupe el cargo de ómbudsman.

María del Rosario Piedra Ibarra es originaria de Monterrey, Nuevo León, y ha trazado su propia historia apoyando la lucha del y militando en Morena.

El Comité Eureka es una organización de familias de personas desaparecidas. El movimiento surgió a raíz de las presuntas desapariciones forzadas de activistas políticos en las décadas de los 70 y 80 del siglo anterior, aunque también se ha sumado a la petición de justicia por las personas ilocalizables en estos últimos 20 años.

Rosario Piedra Ibarra tiene una licenciatura en Psicología por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y una maestría en Psicopedagogía por la Escuela de Ciencias de la Educación.

Se desempeñó como secretaria de Derechos Humanos en el Comité Ejecutivo de Morena. En 2018 también fue propuesta como candidata a una diputación federal por Morena y sus aliados.

En su trayectoria ha atendido casos de desapariciones forzadas, siguiendo el ejemplo de su madre, pero también de personas con discapacidad.

A diferencia de otros candidatos, Piedra Ibarra se ha formado en diversos colectivos y organizaciones de derechos humanos, por lo que su carrera no se ha desarrollado en la academia.

Ella tampoco es jurista como anteriores ómbudsman. No obstante, en una entrevista que concedió a EL UNIVERSAL negó que eso fuera un impedimento para dirigir la CNDH.

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