A un año de su creación, la Guardia Nacional no ha logrado reducir los homicidios dolosos en el país, pese a que su estado de fuerza actual, de más de 100 mil elementos desplegados en 175 de las 266 coordinaciones regionales consideradas, representa el triple del que tenía la extinta Policía Federal (PF), que sumaba 36 mil.
En contraste, se ha caracterizado por la rotación de mandos y la indisciplina de algunos de sus elementos que han sido sorprendidos en estado de ebriedad, con presuntos delincuentes y en actos de tráfico de influencias.
Integrada por elementos provenientes del Ejército, la Marina y la extinta PF, inició con un despliegue gradual el 30 de junio de 2019 en 150 coordinaciones regionales de las 32 entidades federativas, que poco efecto ha tenido en la disminución de la violencia y la incidencia delictiva.
Si se comparan los primeros cinco meses de este año con el mismo periodo de 2019, hay un incremento de 3% en las muertes violentas, ocurridas principalmente en Guanajuato, Baja California, Estado de México, Chihuahua, Jalisco, que han sido prioridad en el envío de tropas.
Tampoco ha logrado revertir hasta ahora la tasa de incidencia delictiva que dejó 2019 en materia de feminicidio, narcomenudeo, trata de personas, lesiones dolosas, violencia familiar, extorsión y violación.
“El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dejado a la Guardia Nacional en el hambre absoluta, es decir, no ha cumplido con los recursos necesarios para que pueda crecer y ser la gran institución que nos prometió. No van a poder hacer eso si no la dotan de recursos”, señaló el director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas Rodríguez.
Consideró que hoy por hoy la Guardia Nacional no es una institución, porque no se le ha dado la capacitación necesaria y no cuenta con los protocolos de actuación policial necesarios.
“La estructura está todavía en una fase de conformación. El otro aspecto se da al considerar que todos los militares son honestos porque tienen disciplina militar, lo cual es falso”, comentó.
Por su parte, el experto en seguridad Ricardo Márquez Blas afirmó que la mayoría de los integrantes de la corporación al mando del general Luis Rodríguez Bucio opera sin los exámenes de control y confianza.
“No se conocen datos de cuántos han reprobado el control de confianza y tampoco qué han hecho con los reprobados: si los han despedido o no”, dijo.
Rotación de mandos
A pocos meses de haber iniciado operaciones y ante los altos índices de violencia en el país, la nueva corporación policial puso en marcha un proceso de rotación y relevo de sus mandos estatales a todos los militares.
Ha realizado movimientos en las coordinaciones estatales de Morelos, Chihuahua, Veracruz, Hidalgo y Chiapas, entidades con distintas problemáticas en materia de seguridad pública, como delincuencia organizada, secuestro y robo de hidrocarburo.
El más reciente se realizó el 3 de marzo, con la designación del coronel de Caballería, Álvaro García Álvarez, como nuevo inspector general de la corporación en Morelos, en sustitución del coronel Félix González Lara, quien estuvo unos meses en ese estado, pues llegó en noviembre de 2019 y ahora comanda a los guardias de Chiapas.
García Álvarez estuvo como coordinador de la Guardia Nacional en Guerrero, donde implementó operaciones de proximidad social y prevención del delito en diversos municipios de la entidad con altos índices de homicidios dolosos, como el puerto de Acapulco y Zihuatanejo.
En Chihuahua, el general Agustín Reyna Mendoza fue removido del cargo y en su lugar llegó el coronel Martín Álvarez Maldonado, con trayectoria operativa en dicha entidad fronteriza con Estados Unidos.
El coronel Sergio Armando Moreno González es desde finales de febrero pasado el nuevo mando de los guardias desplegados en Veracruz, en relevo del coronel Marcos Burgos Legorreta, quien fue enviado a Hidalgo, estado azotado por el robo de hidrocarburo de los ductos de Pemex.
Burgos Legorreta estuvo unos meses al frente de la Guardia Nacional en Jalisco, cuna del Cártel Jalisco Nueva Generación, recientemente afectado por la extradición a Washington de Rubén Oseguera y la detención de Jessica Johanna Oseguera González La Negra, hijos del capo michoacano Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho, líder de esa organización criminal.
Indisciplina
Efectivos en estado de ebriedad, infringiendo retenes de revisión y en una reunión con una banda de huachicoleros son algunos de los incidentes que han marcado a la Guardia Nacional en su primer año.
De acuerdo con un recuento realizado por EL UNIVERSAL, la corporación encabezada por Rodríguez Bucio se ha visto involucrada en por lo menos siete percances en diferentes estados, que ponen en entredicho la actuación de la institución creada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para Márquez Blas estos incidentes muestran deficiencias en la supervisión policial y en los procesos de reclutamiento e incorporación de los elementos que lleva a cabo la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
“Deficiencias en los procesos de reclutamiento e incorporación de elementos; poca eficacia en los controles de confianza, en la doctrina de los integrantes y en los mecanismos institucionales de supervisión de la actividad policial”, consideró.
Apenas un mes después de haber sido desplegada en 150 de 266 coordinaciones territoriales en las que se dividió al país para el combate a la inseguridad, tres guardias nacionales fueron captados en estado de ebriedad en el municipio de Xico, Veracruz, durante los festejos patronales de esa localidad considerada pueblo mágico.
Durante el pase de lista, los mandos detectaron la ausencia de tres elementos, por lo que se ordenó su búsqueda, quienes posteriormente fueron localizados en estado de ebriedad.
En el carnaval de Yucatán, realizado en febrero de este año, un grupo de agentes escoltó al actor Roberto Palazuelos en su vehículo, lo cual fue difundido en un video en redes sociales.
El pasado 7 de abril, el inspector en jefe de la Guardia Nacional, Juan Carlos “N”, fue detenido por la Policía Vial de Zapopan, Jalisco, luego que se negó a que se le practicara el examen de alcoholemia y amenazara con su arma de cargo a una oficial del programa Salvando Vidas.
Tres días después, el 10 de abril, el subjefe de la corporación en Michoacán, Francisco Javier “N”, se negó a mostrar su licencia de conducir y tarjeta de circulación en un filtro de revisión instalado por personal de Tránsito y Movilidad de la ciudad de Morelia.
El mando realizó tres llamadas para movilizar a sus elementos, quienes lo rescataron del incidente con autoridades municipales.
En ese sentido, el 22 de abril se difundió en redes sociales fotografías en las que ve a un grupo de la guardia nacional en una comida con presuntos integrantes de un grupo de huachicoleros, en el municipio de Venustiano Carranza, Puebla.
Por este hecho, el director General de Vigilancia y Supervisión Interna de la Unidad de Asuntos Internos, Abel “N”, quien aparece en las imágenes difundidas, fue separado de su cargo.
El pasado 29 de abril, la policía municipal de Los Reyes, Michoacán, detuvo a tres guardias en servicio que estaban en estado de ebriedad. “No habrá cabida para aquellos elementos que falten a los principios y valores que rigen nuestra actuación”, respondió la corporación ante este y otros incidentes.
Sin embargo, a principios de mayo se difundió un video en el que se vio a guardias desplegados en ciudad Obregón, Sonora, intentando extorsionar a un presunto delincuente.
“La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana no permitirá estos comportamientos y por ningún motivo tolera hechos de corrupción ni acciones que estén fuera de la ley en este ni en otros casos, y los responsables serán llevados ante las autoridades competentes para que respondan administrativa y penalmente”, advirtió la Guardia Nacional.