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La vacunación a través de puestos o módulos es el esquema más efectivo, como se ha demostrado en Israel, consideró Gabriela Luna Ruiz, académica de la Universidad Iberoamericana (Ibero).
La especialista en salud pública consideró que no se debe complicar una estrategia de vacunación a través de métodos que pretenden ser innovadores en contra de evidencia científica existente.
“No comprendo por qué complicar las estrategia con un programa en el que un grupo específico allegado al gobierno tenga que distribuir la vacuna. No sé por qué intentar hacer estrategias seudoinnovadoras, cuando la evidencia está en que Israel ha logrado vacunar a una parte importante de su población a través de puestos de vacunación”, señaló.
La académica pidió retomar las prácticas que se aplicaron hasta hace algunos años en México, como los programas nacionales de vacunación donde las personas acudían directamente a los módulos en las áreas urbanas y en las rurales, el personal de salud acudía a aplicarlas directamente a los domicilios.
De esta manera, por ejemplo, se llegó a cubrir a 93% de la población infantil. “Ahí estrictamente el personal de salud distribuía las vacunas a lo largo del territorio, sobre todo en zonas urbanas, que es donde se debería detonar la estrategia del Covid-19, debido a que la concentración de personas aumenta el riesgo de infectocontagiosidad”, refirió.
Luna Ruiz, también investigadora del Departamento de Economía de la Ibero, dijo que permitir a la iniciativa privada adquirir la vacuna ayudaría a conseguir más pronto la inmunidad de rebaño, ya que las personas con posibilidades de comprar la vacuna, y que decidieran hacerlo, permitirían que las vacunas que el gobierno consiga en compras consolidadas lleguen antes a las personas que no pueden pagarla.
Reconoció, sin embargo, que permitir el acceso a la iniciativa privada para comprar y vender la vacuna tiene el riesgo de mercantilizarla. “También es cierto que al dejar que únicamente el gobierno pueda distribuir la vacuna se corre el riesgo, por cuestiones políticas, de dar prioridad a grupos clientelares, a personas afiliadas al partido”, aseveró.
Añadió que la compra de la vacuna también podría ampliarse a las entidades federativas: “Quizás valga la pena plantear la opción a los estados que puedan hacerlo, que también ellos compren o apoyen en la aplicación de vacunas. Todo abona en mejorar los tiempos de cobertura”.
Pidió replantear la estrategia de vacunación para vacunar al mismo tiempo a los adultos mayores y personas que requieren salir de sus casas para ir a trabajar.
Recordó que el impacto económico de la pandemia ha obligado a muchas personas a no hacer o a romper el confinamiento para salir a laborar; de hecho, explicó, la tasa de mortalidad por Covid-19 es de las más altas para las personas en edad laboral.
“De no vacunarse pronto a los trabajadores, se corre el riesgo de ir descuidando ciertos flancos en la estrategia de vacunación y en el combate al Covid-19. Para lograr una inmunidad a nivel nacional, cualquier país necesita que cuando menos 75% de su población cuente con anticuerpos”, dijo la especialista.
