Monterrey, N.L.—
El informe de Los Legionarios de Cristo sobre los casos de pederastia cometidos en el interior de la congregación es tardío e incompleto, señaló el arzobispo de esta ciudad y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera.

Lo anterior, dijo, es indicativo de que hubo una cobertura criminal muy grande y un silencio cómplice de quienes tuvieron conocimiento y no denunciaron los abusos que ocurrieron desde hace más de 70 años.

Indicó que el caso no sólo afecta a las víctimas y a sus familias, sino también a la sociedad y a la Iglesia, que fue exhibida “como un modelo nefasto de encubrimiento.

“Es tiempo de rendir cuentas y de poner la casa en orden, que no haya ningún delito, ningún encubrimiento ni dilación en la justicia”, sentenció el religioso.

Expuso que en febrero de este año, los presidentes de las conferencias episcopales de la Iglesia católica tuvieron una reunión con el papa Francisco para que ya no hubiera más secrecía en los asuntos que tienen que ver con delitos, sobre todo los que son abusos contra menores de edad, lo que obliga al Vaticano y a la Nunciatura a que cuando la autoridad solicite información, ésta se entregue en su totalidad.

Cabrera López reconoció que los obispos ya venían informando a la autoridad civil sobre este tipo de casos, pero al nivel de la Iglesia en el Vaticano había que hacer un procedimiento engorroso y lento, porque tenía que efecuarse a través de la Nunciatura, pero ahora se tiene que hacer expedito, “porque la justicia comienza por la rapidez con la que se atiende”.

En rueda de prensa y antes de que se le cuestionara al respecto, comentó sobre el informe que hace dos días dio a conocer la congregación Los Legionarios de Cristo, respecto a los casos de pederastia cometidos en el interior de la orden: reconocieron 175 de abuso contra menores a lo largo de 78 años, de los cuales 60 habrían sido cometidos por su fundador, Marcial Maciel.

El presidente de la CEM detalló: “Le pregunté a algunos de los exlegionarios y lamentan que esto haya venido tan tarde, porque son casi 80 años los que están ahí contemplados”. Consideró que no se aprovecharon las circunstancias oportunas para hacerlo antes.

Una fecha clave fue 2006, cuando el papa Benedicto XVI le quitó al padre Maciel la autoridad sobre el instituto religioso, “y en ese momento nadie dijo nada, más bien quería defenderse la imagen y la figura del fundador”, asentó Cabrera López.

“Las víctimas no están contentas con esta historia, porque es una de silencio delictivo muy grave.

“Es más de medio siglo en el que aparecen los límites de todos los que quedaron involucrados: las autoridades en el Vaticano, los gobernantes que tuvieron noticias de estos delitos, los mismos miembros de la legión que no informaron o no les permitieron informar”, enfatizó.

Por eso, el arzobispo de Monterrey aseveró que este informe llega tarde y queda bajo sospecha que no es el número total de casos de pederastia de lo que se documenta.

El texto, abundó, es el pensar de algunos exmiembros de la orden, con los que dialogó al conocer el reporte, y exige que se grabe en la conciencia quiénes encubrieron estos delitos, porque de eso no se habla.

El religioso cuestionó cómo es posible que el fundador de la congregación estuviera cometiendo esos ilícitos durante 70 años y nadie levantara la voz.

Piden investigar a culpables de abusos en Cancún

Cabrera López también mencionó que hace unos días la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un comunicado sobre un caso de abuso contra niñas de Cancún, Quintana Roo, cometidos por el padre Fernando Martínez, hecho que fue encomendado a la arquidiócesis de Monterrey para dar seguimiento.

Aunque admitió que se trata de un asunto muy tardío, precisó que quienes encubrieron deben ser castigados y se debe resarcir el daño que hubo contra estas víctimas.

Por ello, dijo que ante casos de pederastia en Los Legionarios de Cristo y el del padre Martínez, la sociedad y la Iglesia están molestas.

“Hay gente que está sumamente enojada por todo esto, porque es inexplicable que esta historia delictiva no se haya dado a conocer en más de 70 años. Esperamos que sea una lección para todos, puntualizó el arzobispo.

Insistió en que las cosas tienen que llegar hasta las últimas consecuencias, porque en el caso de Los Legionarios sólo uno de los que cometieron abuso fue llevado a la ley civil, hecho que hace incompleto un procedimiento, que es ante la Iglesia y la autoridad civil.

“Pido a los padres de familia que en esto no cedan un ápice, que vayan ante las autoridades civiles directamente, aunque no pasen en nuestro tribunal, porque la justicia tiene que ser expedita. También a las fiscalías les pedimos que procedan en consecuencia”, señaló.

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