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Durante los primeros ocho meses de 2020, el número de defunciones registradas en México a causa del Covid-19 ascendió a 108 mil 658, informó el Inegi, cifra 44.9% superior a los 75 mil 17 casos reportados por la Secretaría de Salud (Ssa) al cierre de agosto.
El dato de la Ssa es correcto, pero sólo se refiere a las muertes en hospitales, y lo que está publicando el instituto es todo ese gran volumen de defunciones por la pandemia que se registran en hospitales, casas, calles y otros lugares, y por eso es la diferencia, explicó Edgar Vielma, director General de Estadísticas Sociodemográficas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en entrevista con EL UNIVERSAL.
“Es importante tomar en cuenta que 55% de las personas no mueren en un hospital. Considerando la situación en la que nos encontramos, seguramente van a fallecer más personas fuera de los nosocomios respecto a las mediciones anteriores; de hecho, 58% de los enfermos en general murieron en sus casas”, detalló.
Sobre la posibilidad de que incluso las cifras del Inegi pudieran estar subestimando la magnitud de la pandemia, Vielma lo consideró poco probable, debido a que la fuente de información es fundamentalmente de los certificados de defunción que emite un especialista médico que está obligado a documentar de qué murió la persona.
Estos resultados se contabilizaron mediante los registros administrativos generados a partir de los certificados de defunción suministrados por las oficialías del Registro Civil, los Servicios Médicos Forenses y de los cuadernos estadísticos suministrados por las agencias del Ministerio Público.
La información se agrupa y se hace una clasificación con base en las normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la clasificación internacional de enfermedades, y eso es lo que publica el Inegi.
“Esto no significa que sea perfecto, un médico llena un certificado con los elementos que tiene a la mano y puede que algo le haga falta en sus conclusiones y que también incurra en un error humano, pero eso ya es un asunto menor”, consideró el directivo.
Sobre el exceso de mortalidad, es decir, la diferencia entre la cantidad de defunciones generales esperadas y las que realmente se registran, por sentido común se pensaría que es resultado sólo de la pandemia; sin embargo, a las muertes por el Covid-19 se sumaron el repunte de los decesos por males cardiacos y la diabetes.
“Hay principalmente tres hipótesis al respecto. Una, que es la más fuerte, es el hecho de que las personas que se estaban infartando y fueron al hospital, no pudieron ser atendidas oportunamente porque estaban saturados”, comentó Vielma.
Una hipótesis importante es que hubo gente que se sentía mal del corazón o de otra enfermedad, pero no iba al hospital porque consideraba que estaban llenos y temían contagiarse. Se aguantaban sus padecimientos y finalmente morían en su casa.
“Y otra posibilidad, aunque menos probable, es que el médico haya preguntado a los familiares los antecedentes de salud, y si eran problemas del corazón, el doctor determinaba el deceso bajo ese rubro, aunque esa persona pudo morir de Covid y por un efecto de comorbilidad se registra que falleció del corazón”, detalló.
Exceso de mortalidad
Entre enero y agosto de 2020, en México, el Inegi contabilizó un total de 683 mil 823 muertes, cifra 36.8% superior a las 467 mil 264 reportadas en el mismo periodo de 2019. Sobre la composición por sexo de las personas fallecidas, 58.7% (402 mil 950) son hombres y 41.1% (280 mil 873) mujeres.
Las entidades federativas que presentan el mayor número de muertes con respecto al año anterior son: Estado de México, con 84 mil 185; Ciudad de México, 82 mil 449; Veracruz, 50 mil 842, y Jalisco, 40 mil 158 defunciones.
Tomando en cuenta los resultados de 2012 a 2019, se esperaba que de enero a agosto del presente año se alcanzaran 488 mil 343 defunciones; sin embargo, se registraron 673 mil 260 (descontando los fallecimientos de registro extemporáneo), por lo que con base en estos resultados se tiene un exceso de mortalidad por todas las causas de 184 mil 917, equivalente a 37.9%.
De manera natural, se considera que este exceso se explica por el Covid-19, lo que disparó el fenómeno de la mortalidad, pero resulta que también hubo más muertes debido a males del corazón y la diabetes.
Las principales causas de muerte durante los primeros ocho meses del año fueron las enfermedades del corazón, con 141 mil 873 casos; Covid-19, 108 mil 658; diabetes mellitus, 99 mil 733, y tumores malignos, 60 mil 421.
Edgar Vielma destacó el esfuerzo que hizo el Inegi para adelantar esta información pese a la contingencia, debido a la importancia que tiene en estos momentos para la toma de decisiones en el país, así como extender el periodo reportado más allá del primer semestre, con el fin de incluir los meses en los que se registraron los picos en el número de defunciones. Fue en julio cuando se concentró 17.1% de las muertes, seguido de junio y agosto, con 15.5% y 14.9%.
