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Por: Alejandro Armenta Mier
Las maestras y maestros representan un pilar en la formación de cada uno de nosotros, este sector forja generaciones de estudiantes que construyen el futuro del país, reconocer la importancia de su trabajo y fortalecer la educación pública es indispensable para el desarrollo de México.
Con motivo de la celebración del Día del Maestro, el pasado 15 de mayo el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un incremento del 8.2% en promedio al salario de las y los maestros, esto representa un aumento de 42 mil millones de pesos al presupuesto destinado al sector educativo.
Es importante señalar que el beneficio anunciado será retroactivo desde el mes de enero pasado para las y los trabajadores del sector educativo; además se garantizará que ningún trabajador de la educación ganará menos de 16 mil pesos mensuales, actualmente el menor salario en el sector educativo es de 12 mil pesos mensuales.
En los últimos años la inversión en la educación pública se ha fortalecido, actualmente se destinan 100 mil millones de pesos para otorgar becas a alumnos de familias de escasos recursos, y se han invertido más de 66 mil millones en equipamiento e infraestructura educativa en todo el territorio nacional, además se ha logrado otorgar más de 800 mil plazas de base.
Esas acciones permiten el acceso a la educación, mejoran las condiciones de los planteles educativos y otorgan mejores condiciones laborales a los maestros.
Un asunto pendiente es el nivel actual de las pensiones que perciben las maestras y maestros jubilados, el Ejecutivo Federal informó que se continúa analizando la posibilidad de realizar un incremento antes del término de su mandato, debido a la afectación de sufrieron con la reforma educativa del sexenio anterior, es significativo dignificar los ingresos de quienes durante décadas se esforzaron por la formación de las y los mexicanos.
En el Senado de la República estamos convencidos de que el fortalecimiento de la educación pública no es un gasto, es una inversión; las Senadoras y los Senadores de la República, desde nuestra función legislativa coadyuvaremos para impulsar una educación pública de calidad que se merecen nuestras niñas y niños; conseguirlo, es una prioridad para el desarrollo del país.