La impunidad en la que quedan los crímenes cometidos contra periodistas es una “vergüenza global”, consideró David Kaye, relator especial de las Naciones Unidas sobre la Promoción del Derecho a la Libertad de Opinión y Expresión.
En la inauguración del seminario internacional Fin de la Impunidad de los Crímenes Contra Periodistas en América Latina, criticó que en muchas regiones del mundo los asesinatos de comunicadores no se investigan.
El experto pidió erradicar todos los factores que ponen en riesgo la integridad de los reporteros.
Dijo que se debe acabar con “la corrupción que une a delincuentes con políticos; la vigilancia inexplicable que socava la seguridad que es esencial para el Estado de derecho; la incapacidad de los tribunales para defender a los trabajadores de los medios de comunicación; la denigración de los medios de comunicación y la falta de solidaridad entre los periodistas”.
En el mismo evento, Jan Jarab, representante en México de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, expresó que el panorama de la violencia contra los periodistas “es muy preocupante en términos de frecuencia de ataques, así como la impunidad que prevalece no sólo en autores materiales, sino en los intelectuales”.
Agregó que los asesinatos de este sector son las mayores agresiones en el país; sin embargo, no hay que dejar de prestar atención a las amenazas para que los reporteros no publiquen información. “Si no se investigan los ataques menores, estos pueden escalar”, advirtió.
En entrevista con EL UNIVERSAL, organizaciones internacionales lamentaron que el presidente Andrés Manuel López Obrador se refiera a los periodistas como “prensa fifí”, o que haya dicho que “muerden la mano de quien les quitó el bozal”.
También criticaron que las redes sociales sean utilizadas por los ciudadanos para agredir virtualmente a los reporteros con los que no comparten modos de pensar.
Ricardo Trotti, director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), comentó que estos comentarios “son una estigmatización hacia la prensa, y en un país como éste llegaría a incentivar más acciones violentas contra el gremio, porque la gente puede llegar a compartir la misma visión, por ejemplo, del Presidente”.