Los homicidios dolosos y la extorsión están imparables en el primer cuatrimestre de 2024. Mes a mes han registrado aumentos y, al comparar con los mismos meses de 2023, también muestran incrementos considerables.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en febrero de este año se registraron 2 mil 306 homicidios dolosos; en marzo, 2 mil 416, y en abril, 2 mil 622, es decir, no ha habido una contención o una disminución. Incluso, el pasado domingo fue el día más violento de 2024, al documentar 104 homicidios dolosos.
El delito de extorsión tampoco ha podido ser controlado, pues desde enero de este año ha ido en aumento mes a mes. En enero se registraron 906 víctimas; en febrero, 940; en marzo disminuyó a 885 y en abril rompió récord con mil 34. Comparadas con los mismos meses, pero de 2023, registran aumentos: marzo fue la cifra más alta, con 946 víctimas ante el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
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Expertos consultados por EL UNIVERSAL dicen que el incremento en ambos delitos de alto impacto en la población se debe a que, simplemente, a menos de cinco meses de que finalice esta administración nunca hubo una estrategia de combate al crimen.
Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), subraya que en ningún momento se ha contenido el homicidio y otros delitos han crecido de manera desmedida.
Comenta que, con datos oficiales a la mano, terminaremos como el peor sexenio en materia de delitos violentos, como las desapariciones, homicidios, delitos que atentan contra la vida, la libertad, violaciones, narcomenudeo, trata de personas, robo a transporte de carga y robo de hidrocarburos, entre otros.
“Es prácticamente el peor sexenio en todos los delitos, lo único que estamos viendo es un ejercicio de maquillaje y de desinformación que mes a mes lleva a cabo la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana”, asegura Rivas.
Considera que al no contar con una estrategia nacional de seguridad y carecer de planes específicos para reducir esos delitos los homicidios se comportan dependiendo del interés que tengan las distintas células delincuenciales.
“Un grupo delictivo que gana la preponderancia en un territorio tiene menos incentivos para matar; una organización criminal que se confronta en un territorio con otra genera más homicidios… En ningún momento en esta administración se ha contenido, en ningún momento se han reducido los delitos.
“Por lo tanto, insisto, no tenemos un momento de mejora, así como lo expresa la autoridad federal. ¿Qué hemos visto? Que el homicidio se ha mantenido en niveles muy altos, que la estadística oficial presentó algunas reducciones, pero son absolutamente estéticas, es decir, debido a malos registros y manipulación de datos”, expresa.
El director del ONC señala que el otro elemento por el cual insisten en que no han disminuido los homicidios tiene relación con las personas desaparecidas y con las víctimas encontradas en fosas clandestinas.
Refiere que no hay una evidencia de que, a partir del hallazgo de una fosa clandestina, se realicen investigaciones para ver quién es el responsable de ese homicidio.
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Extorsión
En el caso de la extorsión, el especialista dice que es un delito que tiene aproximadamente 99% de cifra negra, porque el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reporta que en un año ocurren aproximadamente 5 millones de extorsiones.
Mientras tanto, lo que informa el Secretariado Ejecutivo son aproximadamente entre 8 mil y 9 mil extorsiones al año, “entonces, de 5 millones estamos en 9 mil investigadas”, indica.
Agrega que se investiga menos una extorsión presencial porque requiere que una persona denuncie este ilícito.
“¿Quién va a ir a denunciar cuando uno no sabe si la autoridad está involucrada? En las denuncias hay una alta probabilidad de sufrir una represalia por parte del grupo delictivo”, refiere.
David Saucedo, consultor en programas de gobierno, señala que las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública no son confiables, pues, por ejemplo, el delito de extorsión reporta una cifra negra que oscila entre 60% y 90%.
“En homicidios también deriva del maquillaje de cifras: los homicidios dolosos se hacen pasar como delitos culposos. Por ejemplo, una persona que es ejecutada la registran como accidente de tránsito”.
Abunda en que la extorsión se debe a que los cárteles medianos y pequeños encontraron una forma de financiamiento fácil y rápida que les genera menos pérdidas materiales, económicas y humanas, y además es altamente rentable.
“Es un delito que lamentablemente las autoridades estatales y federales descuidaron, como en su momento ocurrió con el secuestro… No hay una estrategia nacional para combatir la extorsión.
“Están aprovechando esta coyuntura, que les permite obtener una renta fácil, indolora y de bajo costo para generar recursos adicionales al protocolo criminal muy vasto que tienen las organizaciones”, insiste el especialista en temas de seguridad pública.
María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, dice que no existe una contención de delito y que para ello intervienen varios factores, entre ellos las elecciones, pues los criminales aprovechan la coyuntura para tomar más territorios y posicionarse con los candidatos que posiblemente queden en los cargos, sobre todo municipales.
En el tema de las extorsiones, Morera indica que es el delito que más ha subido en este sexenio, sobre todo el cobro de derecho de piso.