Ser niña o adolescente en México no es fácil. , homicidios, abusos sexuales y desapariciones son delitos que afectan a ese sector de la población, pero que, de acuerdo con ONG y especialistas, está invisibilizado.

Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante los últimos tres años han sido víctimas de feminicidio 300 menores, de 0 a 17 años.

Además, una de cada cuatro niñas sufren violación antes de cumplir la mayoría de edad, denuncian ONG.

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El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) reportó que 340 menores fueron víctimas de homicidio culposo y 153 de homicidio doloso, en 2021.

En 2019, los feminicidios infantiles sumaron 98, mientras que en 2020 la cifra creció 7.2%, al alcanzar los 105 casos, y en 2021 se contabilizaron 97.

Según la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), del 1 de enero al 20 de diciembre de 2021, se registraron 942 mujeres, de 0 a 17 años, desaparecidas o no localizadas.

Esto significa que cada día desaparecieron 2.6 niñas y adolescentes que no han sido halladas. Esta cifra representa un incremento de 17.3% respecto a las 803 mujeres de la misma edad reportadas desaparecidas o no localizadas durante el mismo periodo de 2020.

Sin políticas que las protejan

Saskia Niño de Rivera, activista y fundadora de la ONG Reinserta, dice en entrevista con EL UNIVERSAL que México tiene cada vez más un alto índice de violencia contra niñas y adolescentes, por la cultura machista que aún prevalece en el país.

“El maltrato y la sumisión es parte de la educación de una gran mayoría de los hombres.

“Ser una niña en México representa un riesgo, implica consideraciones que debes tener en tu día a día en cuanto sales a la calle, en cómo te relacionas con las personas”, asegura.

Señala que no sólo es necesario fomentar el respeto de los niños hacia las mujeres, a través de la educación, sino el fortalecimiento del sistema de justicia penal, pues “no podemos seguir teniendo un sistema que desafortunadamente está inundado en corrupción e impunidad”.

Destaca que el delito de abuso sexual contra niñas y adolescentes es el que menos se denuncia, con 99% de los casos no denunciados, debido a que en 73% de los casos de abuso infantil el agresor es un familiar o una persona cercana a la víctima.

“Siempre que no haya un Estado de derecho que garantice la justicia para las víctimas de delitos, será muy complicado que se pueda avanzar.

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“Se opera con impunidad y eso provoca que existan más casos. Se habla, por ejemplo, que 78% de las personas no confían en las autoridades, tanto policiales como en los impartidores de justicia.

“La mayoría de las personas cree que denunciar es completamente ineficiente y es revictimizar”, comenta.

Niño de Rivera expone que México se encuentra entre los tres primeros países con mayor número de casos de violencia sexual infantil.

A su vez, Tania Ruiz, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en Mexico (Redim), externa que lo preocupante es la posibilidad de que las desapariciones de niñas y adolescentes no estén motivadas exclusivamente por las dinámicas de la delincuencia, el crimen organizado o particulares.

Señala que en diciembre de 2021, en León, Guanajuato, se llevó a cabo una detención ilegal de una niña y una adolescente; al quedar libres, la mujer de menor edad fue desaparecida durante dos meses.

“Este patrón de ilegalidad generado desde la acción de autoridades estatales resulta de la mayor gravedad y preocupa especialmente por lo que pueda implicar en términos de acción y no sólo de omisión de personas servidoras públicas en la desaparición forzada de una niña”, asegura Ruiz.

En 2019, un grupo de periodistas independientes, encabezado por la tapatía Perla Blas, se dio a la tarea de visibilizar el feminicidio infantil a través de la documentación de casos y el mapeo sobre las agresiones hacia niñas y adolescentes.

Por ello, formaron la organización Aquí Estamos, la cual surgió, dice Blas, por la poca transparencia con la que el SESNSP maneja el feminicidio infantil y las violaciones sexuales hacia ese sector de la población.

Asimismo, la experta detalla que los espacios en los que con más frecuencia se encuentra el cuerpo de una menor sin vida son en sus hogares, en la calle, en un lote baldío, así como en brechas o a la orilla de una carretera.

“La relación por parentesco entre la menor y el feminicida, con mayor frecuencia, es un conocido, padrastro, pareja, expareja y padre.

“En algunas ocasiones, un conocido, entendido como alguien cercano a la familia o al espacio físico próximo a su casa o a una persona que tenían poco tiempo de conocer”, agrega.

Invisibilizadas

Los estados que actualmente concentran este delito sexual son el Estado de México, Veracruz, Chiapas, Puebla y Jalisco.

La especialista dice que las menores de edad están completamente invisibilizadas, al no existir políticas públicas para prevenir y erradicar el infanticidio en México.

“Hay muchísimos programas que intentan atender la violencia contra las mujeres, pero no existe una política que logre este engranaje entre las instituciones.

“Hace falta que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, por ejemplo, presente políticas públicas focalizadas en este sector de la población”, externa.

En tanto, Anayeli Pérez Garrido, asesora jurídica del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, menciona que las niñas sufren una doble discriminación, por la situación de vulnerabilidad en la se encuentran y porque existe una invisibilización de este sector de la población.

“Hay una falta de atención en los feminicidios y abusos sexuales no sólo por el incremento en las cifras, sino por las formas de violencia extrema que se ejerce contra las niñas.

“La violencia contra las niñas es el génesis de la violencia machista, pues se visibiliza que existe ese odio únicamente por el hecho de ser mujeres.

“Yo trabajo con muchos casos de feminicidas y te puedo decir que en las niñas son completamente brutales”, asegura.

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