La Iglesia católica cuestionó al Congreso de la Unión por haber despenalizado la marihuana; calificó de peligrosas las reformas en materia de equidad de género y libertad religiosa, y acusó a legisladoras de Morena de empecinarse en promover “una agenda muy cargada de ideología”.
“Ante esta agenda peligrosa, los obispos de México han hecho un llamado a la clase política a reconsiderar las prioridades para sacar adelante al país, hacer a un lado la ideología en lo que se discute en el Congreso, buscar a toda costa el consenso social amplio en temas tan delicados y, sobre todo, favorecer la agenda de unidad”, señaló.
A través de su editorial en el semanario Desde la fe, la Iglesia consideró que las reformas para despenalizar la marihuana excedieron lo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó al Legislativo, al legalizar “todo un nuevo mercado de estupefacientes”.
“La Corte pidió despenalizar al consumidor de cannabis, pero el Congreso generó una nueva ley que organiza la producción y distribución de la cannabis [marihuana], legalizando todo un nuevo mercado de estupefacientes que, por el momento, tiene 3% de consumidores en el país, pero que se prevé que pueda crecer mucho más, afectando a los más jóvenes”, señala.
La Iglesia católica también criticó la aprobación de un dictamen de reforma constitucional en materia de género e igualdad sustantiva para proteger a los distintos tipos de familia, los matrimonios entre personas del mismo sexo, y para establecer la autonomía reproductiva, para que las personas puedan decidir cuándo tener hijos.
Dijo que con este dictamen y su probable aprobación, se abre paso al aborto libre.
“Varias diputadas de diferentes partidos políticos han denunciado que esa megareforma constitucional viene contaminada con ideología de género; con uso de conceptos vagos como libre desarrollo de la personalidad y autonomía reproductiva en el que cabe el aborto libre”, señala.
“Inclusive, se estuvo cerca de cambiar el artículo 29 de la Constitución al modificar la no suspensión del derecho a la vida, cuestión que fue señalada como un retroceso en derechos humanos, y que fue retirado con el argumento de un error ”, precisa.
También critica el dictamen que se aprobó de la Ley de Asociaciones Religiosas al detallar que amenaza la libertad de culto, puesto que castigaría la discriminación religiosa y acusa que hace intromisión indebida en la autonomía y en asuntos internos de las asociaciones religiosas.
“Cuando una persona elige libremente adherirse a una iglesia, acepta su cuerpo doctrinal y credo, nadie es obligado a pertenecer a una iglesia que no vaya con sus convicciones personales. Intentar modificar ritos y credos con el argumento de la no discriminación, es una intromisión inconstitucional y retroceso en derechos humanos”, dice.