El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que de acuerdo con una “investigación abierta”, es probable que se quite el horario de verano porque “es mínimo el ahorro y es considerable el daño a la salud”.
En su conferencia mañanera de este miércoles en Palacio Nacional, López Obrador dijo que “hay mucha posibilidad de quitarlo” este año “ya para octubre”, de acuerdo con un estudio que hizo el gobierno.
“Lo vamos a exponer el porqué, sobre todo por el daño a la salud, está probado que se daña la salud, pero que además el ahorro es mínimo.
“Y la conclusión es que es mayor el daño a la salud que la importancia del ahorro económico”, dijo López Obrador.
¿Qué dice el estudio sobre las repercusiones en la salud por el cambio de horario?
La Secretaría de Salud (Ssa), a cargo de Jorge Alcocer , informó que algunos estudios sugieren una asociación entre el horario de verano y el aumento de infartos cardíacos, especialmente en la primera semana después de ser implementado, además de que aumentan la depresión e ideas suicidas.
Luego de que esta mañana el presidente López Obrador adelantara que es posible que el cambio de horario se elimine porque el ahorro económico es mínimo y hay daños en la salud, en nota informativa titulada “Repercusiones en la salud por el cambio de horario”, la SSa señala que el cambio de hora altera el tiempo de exposición al sol y desequilibra el reloj biológico.
Además señala que como la elección del horario de verano es “política”, se puede cambiar.
“Algunos estudios sugieren una asociación entre el horario de verano y el aumento de la ocurrencia de infarto cardíaco, especialmente en la primera semana después de ser implementado. Los posibles mecanismos incluyen la privación del sueño, la desalineación circadiana y las condiciones climáticas. El papel del género y la preferencia individual en los ritmos circadianos necesitan mayor evaluación”, indica el documento.
Señala que entre los efectos adversos por el cambio de horario se encuentran diversos síntomas psicoemocionales y psiquiátricos, y que la depresión e ideas suicidas se aumentan en algunas épocas del año y en algunos horarios y latitudes, más que en otros.
“La desincronización con el ambiente altera nuestro orden temporal interno causando problemas físicos y mentales, y dichos problemas se presentan más a menudo en los días posteriores al cambio de horario, por ejemplo, los adultos necesitan de 3 a 7 días para adaptarse al cambio de hora y la población infantil requiere más tiempo”, refiere el estudio.
La Secretaría de Salud señaló que el inicio del horario de verano afecta el sueño y la vigilia de los adolescentes, lo que resulta en un aumento de la somnolencia diurna.
“Aún se desconocen a mayor escala los trastornos del sueño relacionados con el horario de verano para poder cuantificar este problema en la población escolar, por lo que se deben implementar medidas para atenuar la pérdida de sueño posterior al inicio del horario de verano”.
Además, con el cambio de horario hay afectaciones en el sistema nervioso como somnolencia, irritabilidad, dificultad en la atención, la concentración y la memoria; trastornos digestivos, aumento de secreción del jugo gástrico, disminución diurna y aumento nocturno del apetito; trastornos hormonales y malestar general.
La SSa indica que los cambios en el sistema digestivo comprenden el aumento de secreción del jugo gástrico, la disminución diurna y el aumento nocturno del apetito, mientras que en la esfera psicoemocional, la depresión e ideas suicidas se aumentan en algunas épocas del año y en algunos horarios y latitudes, más que en otros.
“En el ámbito social se describe mayor riesgo en los individuos que requieren de su concentración máxima para realizar sus funciones como pilotos, maestros, empleados y trabajadores”, puntualiza.
Señala que estudios advierten que con el cambio de horario, los estudiantes han reportado fatiga, disminución en el rendimiento escolar y laboral, menor productividad en general y mayor uso de estimulantes.
“Sin olvidar que es posible un efecto sinérgico con los cambios de salud provocados por la pandemia debida al SARS-CoV-2”.
La dependencia a cargo de Jorge Alcocer señala que varias Sociedades Internacionales del Sueño aconsejan un horario sin cambios y recomiendan mantener el horario de invierno de forma permanente, en especial para los niños y las personas de edad avanzada “pues el horario de invierno promueve un ritmo biológico más estable que el de verano, mejorando el rendimiento intelectual, y ayudando a disminuir enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión”.
En el apartado “¿Por qué deberíamos abolir el horario de verano?”, Salud señala que lo primero que se tiene que contemplar es que la elección del horario de verano es “política” y, por lo tanto, “se puede cambiar”.
“Cada vez más, los estudios muestran que las diferencias de tiempo entre el reloj social y el reloj biológico desafían la salud, por lo que, si queremos mejorar nuestra salud, no debemos luchar contra nuestro reloj biológico. Lo recomendable es volver al horario estándar (que es cuando la hora del reloj solar coincide con la hora del reloj social)”.
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ed