El Horario de Verano está próximo a terminar para la mayor parte del territorio nacional y aquí te decimos cómo debes ajustar tu reloj para estar en sincronía.
El Horario de Verano inició el pasado domingo 5 de abril y concluirá el domingo 25 de octubre, dando lugar al Horario de Invierno .
El cambio de horario se practica desde la administración de Ernesto Zedillo cuando se estipuló que del primer domingo de abril al último domingo de octubre habría que adelantar una hora al reloj en la mayoría del país.
El decreto publicado el 4 de abril de 1996 en el Diario Oficial de la Federación señala que “el llamado ‘horario de verano’ es una medida que se aplica durante el período de mayor insolación durante el año y consiste en adelantar una hora el horario local al inicio de dicho período, y retrocederlo, también una hora, una vez transcurrido el período citado”
El decreto estableció el Horario de Verano con el fin último de ahorrar energía eléctrica por medio de un mejor uso de la luz natural, como señaló la Secretaría de Energía (SENER) en un comunicado.
Con este ajuste, se hace mejor uso de la luz solar durante los meses con mayor insolación para reducir el consumo de energía eléctrica en los períodos de mayor demanda, como menciona el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) .
El Horario de Invierno es el cambio de horario más corto pues sólo dura 5 meses en comparación a los 7 meses del Horario de Invierno.
El ajuste que la mayoría del territorio mexicano se prepara a hacer este fin de semana será válido del 25 de octubre del 2020 hasta abril del 2021 .
Con la llegada del otoño surge la duda sobre si hay que adelantar o atrasar nuestro reloj para el horario de invierno.
El reloj deberá atrasarse una hora en la mayoría de los estados de la República Mexicana pues la llegada del otoño, que entró el pasado 23 de septiembre, trae consigo menos luz del sol durante el día.
Así que no olvides atrasar tu reloj el próximo sábado 24 de octubre antes de ir a dormir para poder realizar tus actividades acorde a lo planeado al día siguiente.
Si bien el cambio de horario afecta a cada individuo de distinta manera, lo común es que el cuerpo proteste un poco ante el cambio, pero no hay que temer posibles daños a nuestra salud por hacer ajustes a nuestros relojes.
El cambio de horario puede llegar a ocasionar fatiga crónica , cansancio , e incluso causar la alteración de los ciclos circadianos —modificaciones físicas y mentales que tienen que ver con la luz y la oscuridad—de algunos individuos.
Sin embargo, dichas molestias no tardan más de un día en desaparecer.
Raúl Aguilar Roblero, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM recomienda hacer cambios al horario de alimentación en los días previos para darle oportunidad a nuestro reloj biológico de captar las señales y que la transición sea más llevadera.
Otra recomendación es evitar usar dispositivos con pantallas luminosas antes de dormir, puesto que mandan señales a nuestro cuerpo para que se mantenga despierto, lo cual puede ser una mala combinación con el cambio de horario.
Así mismo, se recomienda evitar hacer ejercicio antes de dormir porque el cuerpo requiere un promedio de dos horas para volver a relajarse después de la actividad física y, por lo tanto, dormir podría ser complicado.
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