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Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, el primer testigo convocado por la fiscalía en el caso que se sigue contra el exsecretario mexicano de Seguridad Pública Genaro García Luna en una Corte Federal de Nueva York, era parte central del clan de los hermanos Beltrán Leyva.
Hombre sanguinario y cruel, se le atribuyen el secuestro, tortura y descuartizamiento de más de 90 personas.
Debe su apodo a su gran estatura (mide casi dos metros). Resultó deportado a Estados Unidos en 2012, en medio de la persecución al Cártel de los Beltrán Leyva y tras la muerte en 2009 de su líder, Arturo Beltrán Leyva.
Fue testigo protegido de la Procuraduría General de la República (PGR) durante el sexenio de Felipe Calderón. Relacionado en sus inicios con Los Zetas y el Cártel del Golfo, Sergio Villarreal, que operaba en Torreón, Coahuila, también se vinculó con Édgar Valdez Villarreal, alias La Barbie.
De acuerdo con algunas versiones, El Grande reveló a las autoridades estadounidenses que García Luna, junto a Luis Cárdenas Palomino, quien fuera director de Seguridad de la Policía Federal, colaboraban con el Cártel de Sinaloa, del que en un principio fueron miembros los Beltrán Leyva.
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