“¿Algo para la fiesta? Perico, tacha, mota”, ofreció el narcomenudista del malecón de Puerto Vallarta a Anthony. No estaba seguro de comprar, pero le fue siguiendo varios metros mientras le insistía que era “de la buena”.
Pagó con dólares unos gramos de coca para después irse a divertir a “la fiesta”, donde tuvo sexo con otros hombres y consumió más sustancias como poppers, alcohol, cigarrillos y marihuana. Todo con vista al mar.
Varias horas después de la reunión con otros “dulceros”, y a un día de regresar a Arizona después del Vallarta Pride, Anthony mandó un mensaje que desconcertó: “I'm not ok (no estoy bien)”. Pensó que los excesos de la semana y la cogedera reciente estaban haciendo efecto en su cuerpo, y hasta bromeó con el “ambiente caliente, muy caliente” del destino turístico.
Contó que lo que sentía era diferente a sus resacas: dolor muscular y de cabeza, mareo, náusea, vómito, confusión, picor en los ojos y cansancio extremo. Después sospechó de su “nuevo dealer mexicano” del malecón: “Creo que no era pura”.
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Así como Anthony, Marcos estaba preocupado porque su cristal, o metanfetamina, estuviera contaminada con “fenta”, ya que el efecto que tuvo había sido “diferente”.
“A lo mejor mis dulces tenían fentanilo”, expresó.
Marcos acostumbra de vez en cuando ir a tener sexo con otros hombres a un hotel cerca del Metro Salto del Agua, en la Ciudad de México. Prepara “cócteles” para sus “invitados” que entran a la habitación: chelas, marihuana y por supuesto poppers. Cada quien lleva lo que quiere consumir, incluidas sus pipas y jeringas.
Relató que una vez había como cinco “morros” en el cuarto y de pronto uno se desmayó: “¡Madres, oímos el madrazo y el morro con los ojos en blanco. Unos se salieron y que mejor ahí la dejamos. Le entró a todo, pero a lo mejor no aguantó”.
No supo si alguna “droga” estaba “contaminada” o si “el morro” perdió la conciencia por sobredosis.
De acuerdo con Energy Control, organización en España de asesoramiento y análisis de sustancias para la gestión de placeres y riesgos, el cristal actúa sobre el sistema nervioso central como un liberador masivo de neurotransmisores como la dopamina, norepinefrina y serotonina, generando efectos como energía, euforia, aumento del deseo sexual y disminución de las inhibiciones.
Marcos dice que el cristal es su sustancia “preferida” cuando tiene sexo con otros hombres, además de los poppers que producen efectos como euforia, intensificación de luces y sonidos, y sensación de mareo.
Cabe señalar que el chemsex es una práctica que implica el consumo de sustancias psicoactivas con fines sexuales.
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"Las sustancias las están contaminando"
Entre las poblaciones LGBT+ se cuenta a voces que hay que tener cuidado porque las sustancias psicoactivas “las están contaminado”: “¿Para qué? Quién sabe”. A lo mejor, comentan algunos hombres que tienen sexo con otros hombres, para “hacerlos adictos”: “¿Para qué? Quién sabe”.
Ante estas alertas, “la comunidad” se ha unido para cuidarse de una adulteración de “dulces” con fentanilo. Incluso se cuestionan, en tono de broma, si pueden demandar a su dealer.
Recientemente, los organizadores de Pervert, una fiesta itinerante referente al underground de la Ciudad de México y espacio incluyente, realizaron “Pervert Talks” para hablar del tema sin estigmas, que suelen haber hacia las personas LGBT+ consumidoras.
También la recién inaugurada Casa La Moira organizó un conversatorio sobre consumo de sustancias entre poblaciones LGBT+. En ambos eventos se mostró preocupación sobre el consumo de sustancias mezcladas - sin saber- con fentanilo.
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En Pervert, los asistentes se mostraron preocupados por el consumo de drogas posiblemente adulteradas, sexo y reducción de daños, ante especialistas de la sociedad civil y gobierno.
De acuerdo con el “Informe de la Demanda y Oferta de fentanilo en México: generalidades y situación actual”, presentado por especialistas de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), hay un aumento en el consumo de esta droga sintética a nivel local y no nacional.
En 2023, en México se registraron 430 casos de atención por consumo de fentanilo, mientras que en 2022 fueron 333, los cuales se concentraron en estados del norte del país como Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora: “Esto muestra que el incremento es a nivel local, no nacional; sin embargo, la principal preocupación gira en torno a su alta letalidad”.
Los datos de la Conasama refieren que se han presentado casos relacionados con el uso ilícito que, por la naturaleza de su elaboración,” implica importantes riesgos en la salud”.
“El consumo de fentanilo fuera de contextos médicos no sólo resulta preocupante por su potencial adictivo, sino también por el alto riesgo de sobredosis”, advierte.
“Desafortunadamente, con el fentanilo ilícito se suele desconocer si la cantidad contenida en una dosis puede ser fatal o no; la identificación del riesgo de sobredosis sucede cuando ya se consumió la sustancia y provoca intoxicación aguda”, indica.
Ante esta preocupación, no solo los integrantes de las poblaciones LGBT+ han decidido testear sus sustancias para saber si sus “dulces” vienen mezclados con otras sustancias.
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Testeo de sustancias
El Instituto Ria tiene un servicio de análisis de sustancias en eventos como festivales musicales, conversatorios o fiestas de “la comunidad”, dirigido a personas mayores de edad que son usuarias de sustancias psicoactivas en México.
El último informe de resultados de abril de 2024 del Instituto Ría, realizado en el evento de Pervert, revela que de 50 muestras de MDMA, cocaína, LSD y metanfetamina, esta última fue la principal sustancia adulterante. En 12 muestras se encontró una sustancia distinta a la esperada:
-El 78% de las muestras analizadas no habían sido consumidas previo al análisis.
-El 60% de las muestras analizadas correspondieron con las sustancias esperadas por las personas usuarias.
-El 24% de las muestras fueron sustituidas con otras sustancias.
-El 16% contenía la sustancia esperada y otra distinta.
“Checa tu sustancia” tiene como objetivo ampliar la oferta de estrategias y servicios para promover políticas integrales de reducción de riesgos y daños. Así como producir conocimiento sobre la composición de drogas en el mercado ilícito y su impactos en la salud pública, y compartir información objetiva sobre las sustancias y los derechos humanos de las personas usuarias.
Un estudio de 2023 de la revista Harm Reduction Journal reveló que las sustancias que circulan en Ciudad de México tenían fentanilo, de consumidores asistentes a festivales de música electrónica.
Los datos refieren que las sustancias preferidas entre los asistentes eran psicoestimulantes (MDMA y otras drogas similares a las anfetaminas) y alucinógenos.
Los principales adulterantes fueron la metilen-dioxi-etil-anfetamina, la metilen-dioxi-propil-anfetamina, la hidroxianfetamina y el inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina, venlafaxina. El fentanilo estaba presente en dos de cada cuatro muestras de cocaína, y en 14 de las 22 muestras confirmadas de MDMA (éxtasis).
“Algunos de los adulterantes encontrados plantean graves riesgos para la salud, especialmente el fentanilo, sustancias similares a las anfetaminas y la venlafaxina. Por ello, es urgente monitorear estos adulterantes en los festivales de música electrónica e implementar políticas públicas de prevención, tratamiento y reducción de daños. La distribución de naloxona y las terapias asistidas con medicamentos deberían ser parte de los programas gubernamentales en México”, indica las conclusiones del estudio.
Divu A.C. es otro grupo de científicos LGBT+ de la capital del país que participa en el testeo de sustancias.
Aunado a la preocupación de las poblaciones LGBT+ por las sustancias con fentanilo, Mario y Dr. Drux crearon el podcast Disociadxs “que habla de sustancias psicoactivas con la dosis exacta de evidencia y reducción de riesgos”.
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En CDMX no hay protocolo de testeo de sustancias como en Los Ángeles
Contrario a como se aplica en Los Ángeles, California, en la Ciudad de México no hay un protocolo de testeo de sustancias ante casos de sobredosis. Marcos refiere que sí lo usaría “para estar más seguro”.
Uriaz Morales, activista, abogada y miembro fundador de Stone Well México, explicó a EL UNIVERSAL cómo en Los Ángeles se distribuyen pruebas rápidas en lugares de convivencia, como bares y antros, para detectar fentanilo en las sustancias.
Mostró cómo “Fentanily Drug Test”, de respuesta rápida, es una tira que se puede usar para comprobar si tiene fentanilo. De su bolsa de mano también saca una prueba de drogas para orina que puede detectar hasta 16 drogas.
Por ejemplo, la organización Fent Check ofrece kits gratuitos con tiras reactivas, ante el aumento de muertes en Estados Unidos por el consumo de fentanilo y que pueden ayudar a la reducción de daños.
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Guía para el abordaje de consumos
La Conasama presentó apenas este 25 de junio la Guía Técnica de Trabajo de Campo para el abordaje de consumos de la población de la diversidad sexual en México.
Sobre la mezcla de sustancias, recomienda realizarlo en dosis bajas, con información adecuada y en espacios seguros para minimizar los peligros asociados con esta práctica: “Para el abordaje de personas de la diversidad sexual que usan sustancias psicoactivas, se recomienda en todo momento considerar diferentes circunstancias sobre la práctica del consumo, conocer sobre las sustancias y sus clasificaciones es una de ellas”.
Referente a las estrategias de reducción de daños para disminuir riesgos y gestionar los placeres, plantea tener información detallada basada en evidencia sobre la sustancia y sus efectos, así como posibles riesgos a la salud. Consumir en espacios seguros.
También limitar y regular las dosis y la frecuencia de consumo; utilizar utensilios adecuados, limpios y si es el caso esterilizado (pipas, jeringas, equipo médico). Tratar de comer bien antes de consumir y mantenerse con buena hidratación antes, durante y después del consumo.
Se recomienda además tratar de descansar y dormir bien después de consumir, así como considerar la búsqueda de ayuda profesional si se experimentan problemas relacionados con el consumo de metanfetamina.
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