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El auge en el robo de combustibles en Hidalgo —escenario de la tragedia en el municipio de Tlahuelilpan— comenzó a partir de 2015, cuando las tomas clandestinas registradas por Petróleos Mexicanos (Pemex) sumaron 183, para dispararse hasta 344 en 2016; mil 64 en 2017, y 2 mil 121 en 2018, de manera que ocupa el primer lugar en este ilícito a nivel nacional, señala información de la empresa del Estado.
En lo que va de 2019, Hidalgo encabeza el listado de entidades con el mayor número de tomas clandestinas, con un total de 164, superando a Guanajuato, donde se reportan 72 ductos atacados, y Puebla, con 12.
En años previos, esta entidad había mantenido cifras estables y por debajo de otros estados a los que acabó por rebasar. Así, por ejemplo, en 2007 Pemex reportó ahí cinco tomas clandestinas, las cuales aumentaron a 15 en 2008 y a 16 en 2009.
Para 2010 alcanzaron el número de 20, que siguió su crecimiento para llegar a 51 en 2011; a 69 en 2012, y ya en plena expansión, a 112 en 2013; a 146 en 2014, y a 183 en 2015.
De acuerdo con datos obtenidos por EL UNIVERSAL mediante la Plataforma Nacional de Transparencia, en Veracruz, Estado de México y Nuevo León se registraron incluso cifras superiores a las de Hidalgo justo en el mismo periodo, que arrancó en 2007 con 173 tomas en Veracruz, número que se mantuvo sin cambios en 2008 y que aumentó a 238 en 2013.
Hidalgo, además, ocupó en el periodo citado el séptimo lugar en cuanto a personas detenidas por la Policía Federal por robo de hidrocarburos, con 124. El primer puesto correspondió al Estado de México (417), seguido por Guanajuato (337), Puebla (221), Tamaulipas (200), Veracruz (149) y San Luis Potosí (147).
Respecto a los vehículos involucrados en el delito, en el periodo 2007- 2016 ese estado fue el séptimo lugar también, con 155 unidades. Lo precedieron Guanajuato (693), Tamaulipas (547), Puebla (353), Estado de México (345), Jalisco (212) y Veracruz (211).
Por otro lado, de 2016 a la fecha, Pemex registra 32 mil 604 ataques a ductos en el país; es decir, un promedio de 29 tomas clandestinas al día.
El desglose de tomas reparadas por los ingenieros de Pemex, presentado ayer durante la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, indica que 2018 es el año en el que se atacaron más ductos, con un total de 14 mil 894 intervenciones para reparar la tubería que transporta gasolina y turbosina.
De las 32 mil 604 tomas clandestinas reparadas, Guanajuato es el estado que suma un mayor número de reportes atendidos por Pemex, con 5 mil 152, seguido de Puebla, con 5 mil 60; Hidalgo, 3 mil 693; Tamaulipas, 3 mil 401; Veracruz, 3 mil 285; Estado de México, 3 mil 40; Jalisco, 2 mil 431; Sinaloa, 931, y Tlaxcala 706.
En tanto, otros estados que no precisó Pemex suman 4 mil 905 ataques a los ductos desde 2016.
El municipio de Tlahuelilpan, donde el viernes estalló un ducto de Pemex que era saqueado, con un saldo de 91 personas muertas, suma 70 tomas clandestinas registradas desde 2016. En 2018 y lo que va de este año se reportaron tres incendios por perforaciones de ductos en dicho municipio hidalguense.
Sin embargo, el primer lugar en la comisión de este delito en Hidalgo en el periodo comprendido entre 2007 y lo que va de 2019 corresponde a Tula de Allende —sede de la refinería Miguel Hidalgo— con 658; le siguen Cuautepec de Hinojosa, con 580; Tlanalapa, con 271; Tepeapulco, con 252, y Huichapan, con 142.
En mayo del año pasado, el gobernador Omar Fayad puntualizó que se reforzarían las acciones contra el robo de hidrocarburos, en la misma semana en que se desató un incendio en un ducto perforado en la comunidad de La Joya, San Pedro Huatengo, en el municipio de Santiago Tulantepec.
Debido al aumento del robo de gasolinas y huachicoleo en el estado, Raúl López Manjarrez, presidente del grupo gasolinero H32, señaló en febrero de 2018 que algunas estaciones de servicio experimentaron una disminución de sus ventas hasta en 80%.
El empresario aseguró que en la zona de Tula se presenta un importante robo de combustibles, que afecta sobre todo a las gasolinerías de la región limítrofe con Puebla, aunque el problema se extiende hasta demarcaciones como Tulancingo.