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La reforma a la Ley Minera en materia de nacionalización del litio que prevé que sólo el gobierno mexicano explote este mineral es un verdadero “castillo de naipes” porque en 10 años no se ha extraído en el país ni un kilo de este mineral y las reservas existentes son muy bajas, están dispersas por el país y es incosteable su extracción.
Afirmó el investigador y académico de la Facultad de Química de la UNAM, Carlos Rius Alonso, quien expuso que contrario al optimismo gubernamental sobre el llamado “oro blanco”, las reservas en México, son muy pequeñas, de alrededor de 5 millones de toneladas en un escenario optimista, lo cual multiplicado por 60 mil dólares el precio de la tonelada, serían algo así como 300 millones de dólares”.
En entrevista con EL UNIVERSAL recordó que el “boom” de la moda del litio en México se derivó de un error en 2017 cuando la Secretaría de Economía en su reporte anual aseguró que nuestro país tenía reservas probadas de litio por 245 millones de toneladas. “En esos años las reservas a nivel mundial eran 10 veces menores que eso. Entonces, por ese error, México pasa a ser el primer país más rico del mundo en este mineral”.
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Al poco tiempo, la Secretaría de Economía, difundió un boletín diciendo que son 245 millones de toneladas de mineral de litio, no de litio. “Esto quiere decir que es litio combinado con otros minerales y la concentración promedio fluctúa entre 30 partes a 150 partes por millón. Para dar una idea, estás 245 millones de toneladas se tendrían que dividir entre 10 mil para sacar 100 partes por millón, es decir serían sólo 2 millones 400 mil toneladas”.
Sin embargo, expuso que no existen estudios del gobierno mexicano acerca de cuánto litio hay en el país, lo cual es una labor que debe realizar la Secretaría de Economía, pero el último boletín del litio lo emitió en 2018, pero no se habla de las reservas que tenemos y que debe realizar el Sistema Geológico Mexicano, sobre diversos minerales.
“Lo que ocurre es que la Secretaría de Economía se basa en las empresas mineras, cuando quieren aprovechar una mina para su explotación, ellos tiene que realizar todos los trabajos de prospección para saber la cantidad de mineral que puede existir para su extracción. Se cuantifica y se manda a la Secretaría de Economía y de ahí los toma el Sistema Geológico Mexicano, que reporta periódicamente esos datos”.
35 yacimientos, pero sin gran cantidad de litio
El Doctor por la Universidad de Londres, indicó que en el caso del litio, en el 2018, la Secretaría de Economía reportó 35 lugares o yacimientos en el país donde existe litio, “pero no quiere decir que existía en cantidades gigantescas, porque estamos hablando que fluctúa entre 10 y 1,000 partes por millón, lo cual reduce la cantidad en forma dramática”.
Indicó que el Sistema Geológico de Estados Unidos tiene datos cruzados sobre las reservas de litio en México, que señalan que nuestro país puede tener hasta 1.7 millones de toneladas, ya no de mineral, sino de litio. “Ello cambia completamente el panorama, no son los 245 millones de toneladas, es decir una cantidad muy pequeña dispersa por todo el país, en alrededor de 60 sitios, todos con muy bajas concentraciones”.
“La verdad es que estamos haciendo un castillo de naipes con algo que no tenemos realmente y que el litio que se tiene será muy costoso extraerlo, con cantidades económicas más altas de lo que se pueda vender”.
Al respecto, comentó que por el litio en México se encuentra en arcillas, como el caso del norte de Sonora, lo cual tiene costos muy altos para su extracción, ya que además de destruir un cerro para crear una mina a cielo abierto, se requieren extraordinarias cantidades de agua, que no hay en el desierto y que será explotada de los mantos freáticos, además del uso ácido sulfúrico que contaminarían severamente la región.
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Cuestionó la viabilidad económica de la explotación de litio en el país, si estamos hablando de 100 partes por millón en los yacimientos en México. Una comparación es Australia que obtiene el litio de unos depósitos de roca de unas canteras, en un proceso más laborioso, pero es una concentración entre 4 y 5 por ciento la concentración por litio, es decir de 4,000 a 5,000 partes por millón, es decir una concentración casi mil veces más de litio de los depósitos mexicanos”.
“En México la razón por la que desde hace 10 años la minera Bacanora Lithium, en Sonora no la ha explotado el mineral a pesar de que decían que en 2020 empezarían a extraer unas 17 mil toneladas anuales, pero estamos en 2022 y no han producido ni un kilo de litio. La razón es económica porque no han encontrado un proceso viable financieramente para extraerlo ante las bajas cantidades o concentraciones que se tienen”.
Por ello, insistió, la extracción será extraordinariamente costosa en México, a diferencia del proceso más sencillo en salmuera que realiza Chile, que tiene una concentración de 1 por ciento.
Expuso que el 30 por ciento de la producción mundial del litio se utiliza para baterías, un 30 por ciento para grasas y lubricantes, así como el resto para la fabricación de vidrios y un volumen más pequeño para medicamentos psiquiátricos.
Sin embargo, dijo que la tecnología en la ingeniería química tiene cambios radicales cada 10 años, es decir algún material como el litio que se utiliza actualmente y funciona muy bien en el tema de las baterías, en unos años puede ser sustituido por materiales como el sodio. “El hecho de que el litio sea el material de moda, no quiere decir que se va a mantener todo el tiempo, puede haber otras alternativas y se generen sistemas más eficientes para guardar energía”.
El investigador de la Facultad de Química se refirió a la Ley Minera y lamentó su aprobación en fast track y sin la opinión de expertos, donde dijo se estableció el litio como mineral estratégico en el país, dejó afuera otros minerales que no son considerados así y que pueden ser muy peligrosos que se manejan a nivel general como el uranio o polonio, que son radioactivos, donde puede existir un mal o uso o crear daños muy graves.
“Nacionalizar el litio es como si lo hicieran con el cloruro de sodio, lo cual no tiene mucho sentido y como quedó la ley, desgraciadamente, queda abierta la puerta para que cualquier otro material sea declarado estratégico y ello puede ser inhibir fuertemente a la industria minera que tiene que realizar inversiones multimillonarias en dólares”.
Subrayó que la pregunta es si el gobierno mexicano tiene la capacidad de hacer estudios en todo el país para saber con exactitud dónde están los yacimientos de litio, para lo cual tendrá que gastar cientos de millones de dólares para prospectiva.
“Es un paquete muy pequeño de 5 millones de toneladas de nuestras reservas con cifras optimistas, por 60 mil dólares la tonelada, serían algo así como 300 millones de dólares, que no sacará al país de apuros. Lo más probable es que invierta más que eso en la extracción”.
Consideró que desafortunadamente los políticos en la actualidad no tienen, no quieren, desprecian la asesoría de la academia, de los científicos, “hay un divorcio y mientras no acepten la realidad tecnológica se seguirán tomando este tipo de decisiones erróneas”.