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Chilpancingo, Gro.— El Toro se soltó en las calles de la capital de Guerrero. Son las 11:30 de la mañana y montado en una motocicleta llega Félix Salgado Macedonio para ponerse en la vanguardia de la marcha con la que le reclamará al Instituto Nacional Electoral (INE) que le regrese su candidatura a gobernador. Su tercera candidatura, la más problemática de todas.
El contingente se comenzó a formar desde una hora antes, cientos de personas llegaron en autobuses que venían de la Montaña, las Costas, Tierra Caliente y camiones del servicio urbano de Acapulco. Aunque en el mitin Salgado Macedonio quiso dejar claro que no es acarreo, y que los que llegaron no lo hicieron por una torta, sino por la voluntad de defender su candidatura.
“¿Alguien de ustedes vino por una torta?”, preguntó. “¡Nooo!”, le respondieron. Aunque algunos trabajadores del ayuntamiento de Acapulco confesaron en Semana Santa que acudieron a la marcha porque les pagaron el transporte y la comida.
La marcha salió puntual, a las 11:30 horas, del parque Margarita Maza de Juárez. Unos 10 mil calculó el equipo del morenista, 3 mil dice Gobernación estatal. Lo cierto es que el contingente casi envolvió a media ciudad.
Fue una marcha que hizo olvidar por un momento que el mundo atraviesa por una de las peores pandemias de la historia. Sólo una de las medidas sanitarias se cumplió, el uso del cubrebocas, las demás ni siquiera se intentó acatarlas. No hubo sana distancia, hubo aglomeración.
Cuando comenzó la marcha, un grupo de mujeres rodeó a Salgado Macedonio, pero como iba avanzando, el blindaje femenino se fue diluyendo y a la mitad sólo lo rodeaban hombres.
En esta campaña, paradójicamente, al morenista lo cuidan mujeres. Hasta el último mitin que encabezó el viernes, el templete estuvo rodeado por ellas. Es como una forma de protegerlo ante las protestas de feministas que, desde antes de que se convirtiera en candidato, lo persiguen por las denuncias de violación y acoso sexual.
Toda la marcha tuvo un solo blanco: el INE, que el jueves pasado le canceló su registro. Sus seguidores se lanzaron a la carga: “INE vendido”; “INE, entiende El Toro no se vende”. Otras advirtieron el lado bronco de Guerrero: “INE, recuerda, Guerrero es un pueblo guerrillero”.
Después de dos horas, la vanguardia llegó al punto de salida. Salgado Macedonio encabezó un mitin que, dijo, lo hacía como un ciudadano común y después aseguró que sería el gobernador.
Fue directo. Acusó al INE de favorecer a sus adversarios, de ser parcial y de atentar contra la democracia por quitarle la candidatura: “Tengo información de que celebraron, se pusieron contentos, alegres porque me quitaron el registro, pero les quiero decir que se van a poner tristes, porque nos la van a regresar, tenemos los mejores elementos jurídicos”, dijo.
Confió en que el Tribunal Electoral le va regresar la candidatura y, comentó que después de eso, solicitará un juicio político contra los siete consejeros del INE.
“Ese INE ya no debería existir, yo propuse en Twitter que el INE fuera sustituido por un instituto ciudadano”, apuntó.