La Guardia Nacional, el proyecto de seguridad pública más importante del presidente Andrés Manuel López Obrador, cumple cinco años de operación, en medio de la peor crisis de violencia, que ha dejado más de 190 mil asesinatos en el país en lo que va de su sexenio, y con incumplimientos en su estado de fuerza proyectado y cuestionables deficiencias en sus resultados.
Con base en los datos disponibles, López Obrador heredará a la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, una Guardia Nacional 82% militar, pero sin el estado de fuerza proyectado para este sexenio. A la fecha cuenta con más de 130 mil efectivos contra los 140 mil establecidos como meta en el Plan Nacional de Desarrollo.
Durante su proceso de integración se han dado distintas cifras sobre el reclutamiento de agentes: en 2019, el exsecretario de Seguridad, Alfonso Durazo Montaño, dijo que se alcanzarían 150 mil uniformados para 2023, mientras que en 2022, el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, señaló que la meta para 2024 eran 136 mil, y hace unos días el presidente López Obrador aseguró que la meta son 150 mil elementos para 2025.
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Critican efectividad
También la dejará con una cuestionable eficiencia operativa, al detener sólo a 25 mil 534 personas desde su creación en 2019 y hasta el 31 de marzo de 2023, según cifras del cuarto informe de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública presentado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) al Senado, en abril 2023.
A decir de especialistas en seguridad, no se han podido del todo descifrar los efectos del despliegue territorial de la corporación en la incidencia delictiva que afecta a México, debido a que la institución que nació el 30 de junio de 2019 no cuenta con un plan de desarrollo propio basado en una doctrina policial y tampoco con información confiable sobre sus objetivos.
“No hemos podido descifrar en todo el sexenio qué está haciendo en estricto sentido la Guardia Nacional. No hay documentos oficiales que muestren la evaluación de impacto, por lo cual no se conoce comprobación de los efectos del despliegue, basado con los métodos generalmente aceptados en la ciencia y técnicas aplicables”, consideró Ernesto López Portillo, coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana.
Desde el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2018-2024, la Estrategia Nacional de Seguridad Pública y en los informes de las dependencias de seguridad federal, hay inconsistencias en la información que carecen de instrumentos para poderse validar, señaló Francisco Rivas Rodríguez, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).
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Sin embargo, afirmó que lo que se conoce de la Guardia Nacional, con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a través del Censo Nacional de Seguridad Pública, es que ha obtenido mucho menos resultados en términos de operación, detenciones, decomisos y otros aspectos de capacitación y competencias policiales.
“Es una institución que cuenta, por lo menos en el papel, con los recursos para poder dar resultados y los resultados a todas luces no están, por más que nos digan que vamos bien en materia de seguridad la realidad es una completamente diferente, seguimos con niveles inaceptables de homicidios en un país donde mueren 100 personas cada día”, aseveró.
“Mirando las tres fuentes [Censo Nacional de Seguridad Pública Federal del Inegi, informes anuales de la Guardia Nacional y datos de transparencia], en promedio, cada efectivo de la Guardia Nacional, en cada año 2020 a 2022, hizo 0.057 detenciones”, señaló López Portillo.
Así como con sólo la mitad de sus elementos con el Certificado Único Policial vigente, que acredita que aprobaron las evaluaciones de control y confianza, físicas, toxicológicas y de conocimiento, para desempeñar la función policial.
Además el presidente López Obrador entregará una Guardia Nacional superada en tareas de seguridad pública por el Ejército, según una investigación publicada por EL UNIVERSAL el 17 de junio.
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“Una tendencia es que entre la caída de actividades reportadas por la Guardia Nacional, hay un aumento en las reportadas por la Secretaría de la Defensa Nacional, a pesar de la supuesta consolidación de la Guardia Nacional”, refirió el coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana de la Ibero Ciudad de México.
En materia de derechos humanos, la Guardia Nacional, comandada por el general David Campos Córdova, acumula más de 2 mil quejas por presuntas violaciones a los derechos humanos, entre 2020 y 2023, siendo el año pasado el que más recibió, con 622, según las estadísticas del Sistema Nacional de Alerta de Derechos Humanos de la CNDH.
“Desde el punto de vista operativo, el saldo de la Guardia Nacional es completamente negativo: el número de homicidios, el incremento de la extorsión, el narcoterrorismo y los casos de corrupción que ya empezamos a conocer, con lo sucedido en León, que hacen ver que el presidente sí se equivoca cuando dice que la corporación se va a echar a perder si pasa bajo la tutela de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana”, comentó David Saucedo, experto en seguridad.
Indisciplina en la institución
Los cinco años de la Guardia Nacional no han estado exentos de actos de indisciplina y desobediencia de sus elementos, quienes han sido evidenciados por la población en estado de ebriedad, infringiendo retenes de revisión o comiendo con presuntos delincuentes.
En 2023, la corporación impuso sanciones disciplinarias a 10 mil 943 elementos de distinto rango, la cifra más alta desde el despliegue de la corporación en las 266 coordinaciones territoriales en las que se dividió al país para la implementación de la estrategia de seguridad.