Ser prudente, saber escuchar y no reaccionar tan súbitamente a las críticas, son algunas de las cualidades que debe tener el próximo rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera el actual titular Enrique Graue Wiechers, quien asegura que la institución está preparada desde hace años para ser dirigida por una mujer.
“Me gustaría que la UNAM tuviera un gran rector mujer u hombre. Yo creo que hay mujeres perfectamente preparadas, brillantes que conocen perfectamente la Universidad como hay hombres también”, dice.
En charla con EL UNIVERSAL, Graue Wiechers, quien dejará el cargo en noviembre próximo, recuerda que cuando compitió por primera vez en el proceso de selección para estar al frente de la UNAM sólo se apuntaron cuatro mujeres y actualmente son ocho.
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¿Entonces la UNAM está preparada para tener a una rectora?
— ¡Por supuesto que sí! Y no de hoy, sino desde antes. La Rectoría no es un tema de género, por lo que cualquier mujer u hombre preparado con esas características de temple y con un gran amor y cariño hacia la Universidad puede ser rector o rectora. Los aspirantes que conozco son gente de primera. Con diferentes formas de pensar, pero todos ellos son estupendos universitarios. Estoy absolutamente seguro de que la Universidad quedará en buenas manos.
Graue Wiechers, el rector número 24 de la UNAM desde su fundación, rechaza que en estos momentos existan injerencias externas en la Junta de Gobierno para elegir a su sucesor: “Hacia la junta no conozco ninguna”, asegura.
¿Hay garantía de que este proceso de sucesión sea transparente y haya piso parejo para todos y todas las aspirantes?
—Claro que sí. Creo fervientemente en las bondades de la Junta de Gobierno y en su libertad y autonomía. Creo que van a tomar la mejor de las decisiones, es una junta muy equilibrada en las distintas disciplinas del conocimiento, hay de todas las áreas. Son personas muy experimentadas con un gran reconocimiento universitario internacional. No puedo imaginar siquiera que puedan ser influenciados por fuerzas externas y no creo que éstas pretendan influenciar la decisión de la junta, cuyos integrantes son electos por el Consejo Universitario a propuesta de distintas comunidades.
¿Qué opinión le merece ese señalamiento de Palacio Nacional sobre que la UNAM se derechizó y que es neoliberal?
—Esa opinión viene del señor Presidente y es muy respetable, es lo que él piensa del actuar de ciertas escuelas o entidades académicas. Yo no lo comparto. Creo que la Universidad tiene una diversidad ideológica muy importante. Hubo muchísimas publicaciones durante el famoso periodo neoliberal en las que la Universidad criticó ampliamente ese modelo, en algunos casos, en otros lo apoyamos y así es la Universidad… esa es la diversidad que tiene. En alguna ocasión sumamos las publicaciones en contra del neoliberalismo, y fueron más de 20 libros que, de hecho, mandamos a la Biblioteca Nacional.
Desde su punto de vista, ¿cuáles son los problemas más importantes que enfrenta México?
—Somos un país complejo con una gran desigualdad social que es lacerante, con regiones de diferentes niveles de desarrollo, en donde además se ha venido acentuando la inseguridad y la impunidad. También con problemas económicos, aunque hay un buen manejo de la macroeconomía, yo diría ejemplar. Esto no quiere decir que no aspiremos a un incremento en el presupuesto en los próximos años, ojalá fuera así, aunque sí entendemos que el país sigue sufriendo conflictos económicos.
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¿Cuál es su opinión sobre esta polarización que existe con conservadores, liberales, chairos, fifís, etcétera?
—No creo en ella. Hay una gran diversidad en las formas de pensar, en las preferencias. Yo no creo que el país esté dividido en una polarización entre dos, a veces en otros se percibe desde el punto de vista político, pero el país es un gran espectro. Creo que la obligación que tiene la nación y el gran reto, es que las personas que están en pobreza y en pobreza extrema, que son muchas, eleven su nivel de ingreso, y la educación para eso es un gran tema igualitario, y la Universidad lo cumple muy bien. Aquí aceptamos a los jóvenes, todos ellos con los méritos académicos suficientes, pero de todos los estratos sociales, particularmente en más de 80% de un estrato económico bajo.
El rector Graue Wiechers señala que en su gestión ha ido solucionando los problemas que se han presentado en las escuelas y facultades, procurando entender lo que los estudiantes y los docentes necesitan: “Hemos actuado siempre con apertura y sensibilidad”, refiere.