Cuernavaca.— El secretario de Gobierno en funciones de gobernador, Samuel Sotelo Salgado, puso en duda la versión de que el obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, fuera víctima de secuestro exprés, y agregó que fue visto por última vez en una pizzería del municipio de Emiliano Zapata, donde se reunió con un trabajador de ese negocio.
“Los datos objetivos que se tienen es que hubo dos retiros de dos cajeros, uno en la mañana del sábado y otro en la tarde-noche, pero no hay testigo o cámara [de videovigilancia] que haya visto que lo hayan privado de la libertad como tal, salvo lo que haya obtenido la fiscalía el día de hoy”, dijo Sotelo Salgado.
De esa manera puso en duda la versión de la Fiscalía General del Estado (FGE) y del abogado Pedro Bello, representante legal del obispo, en el sentido de que el jerarca católico fue víctima de un secuestro exprés al salir de su casa en el municipio de Jiutepec, y que los captores robaron dinero de sus cuentas mediante cajeros automáticos.
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Sotelo Salgado informó que el obispo llegó en una ambulancia al hospital José G. Parres, en Cuernavaca, pero no pudo dar su nombre porque estaba inconsciente.
Conforme avanzó el tiempo, el obispo proporcionó su nombre, sólo que seguía desubicado en tiempo, lugar y tenía algunas complicaciones de carácter neurológico, y eso dificultó identificarlo, mencionó Sotelo Salgado.
Ayer, según fuentes de seguridad, trascendió que el obispo fue localizado en un hotel del poblado indígena de Ocotepec, desde el cual habrían solicitado el apoyo de la Cruz Roja para trasladarlo al hospital José G. Parres.
Los primeros reportes del sector salud indicaron que el obispo ingresó el domingo por una probable enfermedad vascular cerebral, provocada por la ingesta de algún tipo de sustancia, que lo mantenía inconsciente. De primera instancia recomendaron la práctica de una tomografía.
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El jerarca religioso fue alojado en la cama 18 del área de Urgencias e ingresó como desconocido porque no pudo identificarse ni tampoco portaba documentos, ahí permaneció hasta el lunes, alrededor de las 22:00 horas, cuando el obispo pidió su alta voluntaria y sus familiares lo llevaron a un hospital privado.
Ayer se confirmó que los paramédicos de la ambulancia MOR57 de la Cruz Roja acudieron al llamado de auxilio al Hotel Real Ocotepec, ubicado en la avenida Miguel Hidalgo. Según la bitácora de la Cruz Roja, los paramédicos entraron en contacto con el obispo a las 18:19 horas del domingo.
Ante su ausencia, la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió el lunes pasado una alerta y pidió el apoyo de los tres niveles de gobierno para localizarlo.
El gobernador temporal Sotelo Salgado afirmó que la FGE tiene datos específicos con relación a la denuncia por desaparición del obispo de Guerrero, quien fue encontrado con vida ayer por la tarde.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como “muy satisfactorio” y una “suerte” que monseñor Salvador Rangel Mendoza fuera encontrado en un hospital, después de que se reportara su posible privación de la libertad en Morelos.
“Afortunadamente se encontró al obispo, la verdad que fue muy satisfactorio, que se supo que estaba en un hospital; se está haciendo una investigación completa, porque esto se registró desde el fin de semana, pasó el tiempo y hasta ayer se presentó la denuncia”, señaló el Presidente. Con información de Alberto Morales y Pedro Villa
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