A pesar de que en la semana había confirmado su asistencia al evento del presidente Andrés Manuel López Obrador en el Lienzo Charro de esta ciudad, el gobernador del estado, el panista, Martín Orozco Sandoval prefirió no acudir al evento.
Esto en medio de una polémica por los abucheos, rechiflas y hasta groserías de simpatizantes de Morena y ciudadanos contra los gobernadores de los estados durante los eventos oficiales del presidente en los estados, donde entrega apoyos y programas sociales.
El gobernador de Aguascalientes solo recibió al presidente en el aeropuerto de la ciudad, posteriormente López Obrador compartió tribuna con la secretaria del Bienestar, María Luisa Albores y los beneficiados de los programas sociales.
Incluso no hay algún representante del gobierno estatal durante el evento oficial, que esta tarde dio inicio.
Durante su mitin donde solo estuvo acompañado de los beneficiarios de becas y apoyos, el presidente López Obrador justificó al gobernador panista, toda vez que ambos convinieron que era mejor que no asistiera al acto público y "evitar pasar un mal rato".
"Llegamos al acuerdo que era mejor por lo que ha venido pasando, no prestarnos a un mal rato, que era mejor actuar con prudencia. El gobernador de Aguascalientes se ha portado muy respetuoso con las autoridades", afirmó.
Aun así, el gobernador recibió un abucheo generalizado por su ausencia. Ante eso, el presidente pidió a los creyentes hacerle caso a la Biblia para que se respete a la autoridad. "No perdemos nada perdonandonos los unos a los otros", afirmó.
En un tuit, Orozco explicó los motivos. Dijo que comunicó su decisión al Presidente, y que "se han vuelto sistemáticos las aregnas y abucheos contra los gobernadores".
Dijo que la llegada del Presidente a las entidades es tomada por ciertos grupos como un "circo romano".
Afirmó además que en Aguascalientes el presidente siempre será bienvenido, pero llamó a dejar atrás este tipo de prácticas, que la oposición ha acusado, son orquestadas.
En el video, el gobernador Orozco Sandoval afirmó que los abucheos y arengas representan "un gran infantilismo político de quien lo provoca y los gobernadores, no por nuestra persona, sino por la investidura que tenemos, no debemos presentarnos al juego de grupúsculos que quieren divertirse como si la visita del presidente fuera la llegada de circo Romano a la entidad".
"Nos hace falta madurez política, voluntad y sensibilidad para convivir y seguir transitando a la democracia", sostuvo.
ml