Justicia por los migrantes, por los pueblos originarios, por las víctimas de violencia y de feminicidio, y respeto por el ejercicio periodístico fueron algunas de las peticiones de los ganadores del Premio Nacional de Periodismo en su edición 19.

En una ceremonia virtual, se dieron cita el día de ayer para premiar a los periodistas, fotógrafos y caricaturistas, entre los que destacaron la fotografía de María de Jesús Peters Pino titulada “Crisis humanitaria rebasa al gobierno”, que fue publicada por EL UNIVERSAL en junio de 2019 y que retrata la angustia de Fabiola, una madre haitiana, y su hijo, dentro de un albergue montado por el Instituto Nacional de Migración, en Tapachula, Chiapas.

Peters Pino se pronunció y habló de su experiencia como periodista en Chiapas y pidió justicia por los migrantes, por las comunidades indígenas y por las víctimas de violencia.

“Me ha tocado ver muertos, mutilados, historias de mujeres que sufren violencia. Me siento bien porque logré mover los corazones”, señaló.

“Sobre la fotografía [galardonada], logré captar los sufrimientos de una madre que estaba llorando y suplicando por su hijo enfermo, ella estaba enferma, custodiada por soldados, lo cual es un reflejo de las políticas migratorias en nuestro país”, dijo.

Otro de los galardonados presentes fue Ángel Boligán, quien obtuvo el premio a Caricatura y humor por su cartón “Libertad periodística”, publicado en mayo de 2019 en EL UNIVERSAL.

Boligán, por su cuenta, agradeció al Gran Diario de México, no sólo por publicarlo, sino por ayudarlo a crecer como comunicador y también a los jueces que decidieron que su cartón ganara, ya que, mencionaron, es una metáfora de la crisis que atraviesan los medios de comunicación.

Durante la ceremonia virtual, conducida por la periodista Carmen Aristegui, Soledad Jarquín Edgar, jueza del certamen, habló sobre la calidad del periodismo mexicano, pese a las amenazas y adversidades que existen en México para realizar este ejercicio.

“Los trabajos periodísticos seleccionados son, sin duda, lo mejor entre lo mejor, de acuerdo con nuestro criterio; son una muestra del periodismo de calidad que se da en nuestro país, que está amenazado y lo dificultan, y se trata de dos situaciones: la inseguridad y la precariedad.

Aun así, se trata de un periodismo que rompe barreras y estigmas elaborados por el poder en ese afán de restarle el valor fundamental que tiene la actividad, que demanda de quienes ejercemos este noble ejercicio, como le llamó en su momento Gabriel García Márquez, construir la historia de cada día, los hechos trascendentes, la información.

“Los trabajos postulados reflejan lo que se vivió en 2019, la violencia generalizada, pero principalmente la ejercida contra la mujer, por los rezagos y la pobreza que sigue lastimando; reflejan la indolencia de quienes en distintos poderes disponen de los recursos públicos o el deshumano actuar de las autoridades con el paso de la migración, pero también leímos de esperanza. De ahí que este ejercicio les parezca riesgoso y peligroso”, precisó.

En este sentido, Wendy Selene Pérez, ganadora en la categoría crónica por su trabajo “Los jornaleros forenses”, publicado en Gatopardo, habló sobre lo agridulce que fue recibir el premio, porque su texto refería las injusticias que hay en nuestro país, como es la inseguridad, los miles de desaparecidos y la ausencia de las autoridades para responder ante este tipo de problemas.

“Pido a todos mis compañeros y a toda la sociedad que no olviden a los periodistas desaparecidos, a las mujeres, a todos los que están pasando por una injusticia, por su puesto tenemos que pedir por nuestra seguridad, pero también por la laboral, que se quite lo precario de nuestras condiciones de trabajo”, dijo.

En este sentido, Diana Manzo, quien obtuvo mención honorífica en la categoría de Cobertura multiformato por su trabajo “Energía Limpia, contratos Sucios”, publicado en Conectas, hizo un llamado a las autoridades para hacer justicia por el asesinato de María del Sol Cruz Jarquín, quien era hija de la periodista Soledad Jarquín Edgar, jueza de este concurso, y por el cual “hasta el momento las autoridades no han hecho por esclarecer los hechos, por eso aprovecho para pedirle al gobernador de Oaxaca que se haga justicia para nuestra compañera fotógrafa”.

Por su parte, Daniela Pastrana habló de la importancia que el texto tiene, “no sólo porque narra lo que pasó con el movimiento Metoo, sino que abre la puerta a las nuevas generaciones de mujeres que luchan por no sentirse amenazadas no sólo en el trabajo, sino en distintas trincheras en las que, por años, a las mujeres no se les ha visibilizado y, como resultado, tenemos feminicidios, desapariciones.

“Que quede constancia de que yo no estoy a favor de las formas en las que se llevó a cabo este movimiento, pero sí con su objetivo”.

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