Desde marzo pasado, Florian Tudor , identificado como supuesto líder de la mafia rumana , solicitó al Gobierno mexicano ser reconocido como refugiado y en junio consiguió una suspensión que impide a las autoridades regresarlo a su país.
En el amparo que tramitó contra su detención con fines de extradición, ocurrida el pasado 27 de mayo, Tudor ofreció como pruebas diversos documentos sobre el trámite que inició el 24 de marzo de este año ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en Veracruz, para que el Gobierno federal lo reconozca como refugiado.
Hasta el 23 de junio fue que logró conseguir una suspensión que impide a las autoridades mexicanas regresarlo a Rumania donde es requerido por extorsión, tentativa de homicidio agravado y delincuencia organizada.
Estas pruebas serán analizadas por el juez Segundo de Distrito de Amparo en materia Penal en la Ciudad de México para resolver si le concederá o no la protección constitucional contra su captura.
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La detención de Tudor se viralizó en redes sociales luego de que se diera a conocer un video en el que se observa cómo se opuso a su captura y forcejeó con agentes de la Interpol en el edificio sede de la Fiscalía General de la República (FGR), donde revisaba una carpeta de investigación iniciada en su contra.
En México, Tudor es investigado por supuestamente liderar una red dedicada a instalar cajeros automáticos en Quintana Roo, Ciudad de México y el Estado de México para clonar tarjetas.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ha bloqueado hasta 520 millones de pesos vinculados a esta red a la que también se relacionan unas 20 empresas.
ed