La extorsión del crimen organizado en la ahorca prácticamente a todas la cadenas productivas del sector agroalimentario, ganadero y comercial de esa región con importante producción agrícola, alguna de la cual se exporta a Estados Unidos, Canadá y Japón.

Desde hace años, productores de limón, melón, mango, papaya, jitomate, chile, cacahuate, así como ganaderos, carniceros y comerciantes de distinto giro sufren el cobro de cuota de los grupos criminales que operan en los municipios de Múgica, Gabriel Zamora, Parácuaro, Apatzingán, Buenavista Tomatlán, Tepalcatepec, Aguililla, La Huacana, Churumuco y Turicato.

“Por todos lados están atacando” Los Viagras, Templarios y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero ahora lo preocupante es el incremento de la cuotas, asegura a EL UNIVERSAL un grupo de empresarios, productores, empacadores y comerciantes de la región que solicitan omitir su nombre por el temor a represalias.

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Los grupos delictivos deciden el corte y la distribución del limón, que también se exporta a varios países, lo que les deja jugosas ganancias, subrayan productores. Fotos: Carlos Arrieta | El Universal
Los grupos delictivos deciden el corte y la distribución del limón, que también se exporta a varios países, lo que les deja jugosas ganancias, subrayan productores. Fotos: Carlos Arrieta | El Universal

Desesperados por el abandono de las autoridades, exponen que la situación “es tan grave” que la extorsión no se dirige únicamente a productores de limón y aguacate, sino se extiende a papayeros, jitomateros, meloneros, mangueros, carniceros, tortilleros, gasolineros, tenderos y transportistas.

Por ejemplo, explican que en la región de Nueva Italia, cabecera del municipio de Múgica, a los papayeros les cobran 5 mil pesos por dejarlos sembrar una hectárea, además de que apenas les aumentaron de 400 a mil pesos la cuota por el uso de agua para el cultivo de esta fruta.

Y por si fuera poco, en la cosecha les piden un peso por kilo de papaya, por lo que la “preocupación no es nada más el limón, están en todos los productos del agro”, enfatizan.

En el caso del melón y mango, frutas de exportación a Estados Unidos, Canadá y Japón, la delincuencia organizada exige un peso por kilogramo al productor y un peso al empacador. “Recaudan más que el SAT (Servicio de Administración Tributaria) aplicando técnicas de terrorismo”, ironizan los productores.

De acuerdo con autoridades estatales, el Valle de Apatzingán produce alrededor de 900 mil toneladas de limón al año y los criminales cobran un peso por kilogramo al productor y otro peso al empacador, y ellos deciden el corte y la distribución del cítrico que también se exporta a varios países. Lo que les deja jugosas ganancias.

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Los comerciantes también son víctimas del acecho de Viagras, Templarios y Jaliscos, ya que tienen que pagar cuota para trasladar mercancías de Apatzingán a Buenavista Tomatlán, Tepalcatepec y Aguililla, este último tierra natal del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho.

La misma situación se repite en La Huacana, donde los comerciantes pagan al grupo criminal encabezado por Miguel Ángel Gallegos Godoy, Migueladas, para trasladar mercancías de la cabecera municipal a las comunidades que integran la localidad colindante con Múgica, Churumuco y Turicato.

Entre la población de La Huacana es sabido que Gallegos Godoy es dueño de hectáreas de melón, y que tiene la exportación de esta fruta a Japón, Estados Unidos y Canadá.

Los ganaderos de la región, según relatan los productores entrevistados, pagan cuota a los grupos criminales que se llevan de ganancia entre tres y cinco pesos por kilogramo durante la venta de una res.

El sector de la masa y la tortilla es otra víctima de la extorsión, como quedó de manifiesto en Uruapan cuando a principios de agosto al menos 400 tortillerías cerraron un día por las amenazas de extorsión de Los Viagras.

De igual forma, los criminales tienen acaparado el abasto de abarrotes, vinos y cerveza; las tiendas de barrio sólo pueden surtir su mercancía con ellos, a los precios que los delincuentes les dicen.

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“No dejan que los abarroteros surtan a las comunidades. Hay lugares en específico donde hacen el traspaso de mercancías de las camionetas de los proveedores a las camionetas de ellos [los criminales]”.

Las ferreterías y los establecimientos de venta de materiales para la construcción también son extorsionados, en algunos municipios de la Tierra Caliente michoacana la delincuencia organizada obliga a la población a comprar en ciertos negocios de este tipo, muchos de los cuales son propiedad de los jefes criminales que operan en la zona.

La Fiscalía General del Estado de Michoacán informó que tiene abiertas 120 carpetas de investigación por extorsión a limoneros en el Valle de Apatzingán, un delito de alto impacto que no se denuncia por temor de las víctimas.

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