Expertos en política y en economía aseguraron que el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador de que en el último tramo de su gobierno pasará de la austeridad republicana a la pobreza franciscana “para darle más al pueblo”, es muy grave porque los recortes impactarán en los servicios fundamentales y programas de la administración pública federal.
Los expertos consultados ejemplifican que los servicios en salud y educación se verán afectados y esto impactará en la población de menos ingresos.
Además, explicaron que al reducir el gasto sin sustento se afecta la funcionalidad de las dependencias, como en el caso del sector Salud, donde se generó un desabasto de medicamentos.
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“Claro que hay una responsabilidad gigantesca en todo lo que ha hecho en ese sentido López Obrador. Claro que termina perjudicando también y principalmente a los sectores con menos ingresos”, subrayó el politólogo José Antonio Crespo.
“El país necesita una administración eficiente, servicios eficientes, medicinas, buena distribución, que no haya desabasto. Por eso le pusieron austericidio, porque es una austeridad tan mal aplicada, sin medir, sin calcular que se pudiera hacer, pero hasta donde no afecte la funcionalidad y eficacia de las instituciones”, subrayó Crespo.
Ejemplo de esto, dijo, fue la desaparición del Seguro Popular, cuyos servicios pudieron optimizarse, pero el gobierno optó por desaparecerlo argumentando que había corrupción y se generarían mayores ahorros.
El investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) aseguró que López Obrador no ha abordado la austeridad con elementos técnicos, económicos ni de distribución de riqueza, sino por el lado moral, lo cual calificó como demagogia.
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César Salazar, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, coincidió en que estas medidas ya han dañado el funcionamiento del Estado al no hacer una planeación adecuada del gasto público.
Al destacar el lento crecimiento económico que afecta a sectores vulnerables, enfatizó la importancia de destinar más recursos para que se vigile la eficacia del gasto en programas sociales y que no se desvíen con fines electorales.
Explicó que el gasto público debe ser muy bien pensado para su planeación y ejecución para que tenga los efectos sobre la actividad económica que se espera.
“Ese dinero, esos recortes no significan mucho en el presupuesto global, pero sí representan mucho en los puestos de trabajo que se están sustentando. No veo una compensación importante”, aseveró el experto.
Jacqueline Peschard, politóloga y académica de la UNAM, precisó que el anuncio del Presidente es muy grave porque una cosa es buscar que haya menos márgenes de desigualdad en el país y que quizá es una de las más fuertes de América Latina, similar a la de Brasil, pero se debe atacar con políticas que mejoren la condición de los más desfavorecidos.
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“No empeorando la situación de los que tienen más y lo que busca esta pobreza franciscana es que los que tienen algo, pues tengan menos, que sean igual de pobres que las clases más desprotegidas. Es una igualación hacia abajo, no hacia arriba”.
El gobierno actual no busca mejores condiciones de vida, mejor justicia: “No quiere mejorar a los que están más desfavorecidos, sino empeorar a los que tienen algo, por eso el discurso presidencial en contra de las clases medias, contra los aspiracionistas, porque lo que quiere es empobrecer como una forma de atacar la desigualdad”, precisó.
Expuso que en lugar de esta pobreza franciscana que le pegará a los presupuestos de educación y salud, debería proponer una verdadera reforma fiscal que module las ganancias millonarias de los grandes empresarios y que exista una mejor distribución de los ingresos.
Explicó que millones de menores y jóvenes que dejaron las aulas a causa de la crisis económica que dejó en las familias la pandemia, no se han reincorporado, lo cual es muy grave, pero esa no es prioridad del gobierno.
El politólogo de la Universidad La Salle, Bernardino Esparza, dijo que el anuncio presidencial no debería afectar a los programas de salud y educación, sobre todo en esta etapa de postpandemia donde se deben fortalecer estos dos derechos humanos.
Detalló que es clara la idea del Presidente de realizar más recortes al INE de cara a las elecciones de 2023 y 2024, ahora con este discurso de pobreza franciscana: “Esa es la temática de fondo, hacer más recortes”.
Sin embargo, manifestó que áreas fundamentales como la salud y la educación deben quedar “blindadas” en el Presupuesto de Egresos 2023 de este tipo de discurso y recortes, porque son derechos plenamente adquiridos por los ciudadanos, ya que no puede seguir la misma situación de que cuando se acude al IMSS, ISSSTE y otros hospitales públicos, no hay medicinas o atención para sobrevivir.
“Yo creo que estos temas no se deben de tocar con la austeridad o pobreza franciscana. Al contrario, tiene que darse más recursos, sobre todo luego de las deficiencias en salud”, apuntó.
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