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Durante la Segunda Guerra Mundial, México no sólo combatió al Tercer Eje, formado por Alemania, Japón e Italia, también estableció una vigilancia especial sobre la comunidad japonesa en el país.
Fueron momentos complicados para los nipones, quienes tuvieron que cambiar su lugar de residencia, pero bajo estricta vigilancia.
Por ello, una joven perteneciente a la comunidad nikkei (vocablo japonés utilizado para designar a los japoneses y a sus descendientes que viven fuera de su país) busca que autoridades mexicanas se disculpen con esa comunidad.
Jumko Ogata Aguilar es parte de una familia nipona. Está en la tercera generación y ha emprendido la búsqueda de atención por parte del Ejecutivo, así como del Poder Legislativo, para exponer la necesidad de que se ofrezca una disculpa a la comunidad de la que forma parte.
“No se trata de una disculpa que pide el gobierno japonés, es hacia la comunidad japonesa que vivió la violación a sus derechos humanos”, comentó Ogata Aguilar, quien estudia en el Colegio de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En un trabajo documentado que Ogata Aguilar ha llevado a cabo, se especifica que la relación de Japón con México data desde el siglo XVII, cuando un grupo de samuráis llegó a la Nueva España para ser bautizados.
La relación diplomática se consolida en 1888, cuando México se convierte en el primer país en reconocer a Japón en términos de igualdad.
Los migrantes japoneses se afincaron, principalmente, en Chiapas, Baja California, Ciudad de México, Sonora, Veracruz y Coahuila.
El rechazo llegó el 7 de diciembre de 1941, cuando Japón atacó Pearl Harbor.
“Entonces cambió la actitud hacia la comunidad. El presidente Manuel Ávila Camacho buscaba mantener una buena relación con Estados Unidos y se tomaron medidas de restricción en contra de la comunidad japonesa, mismas que fueron implementadas de manera inmediata”, explicó.
La vigilancia en contra de miles de japoneses asentados en México, junto con sus familias, se incrementó.
El 29 de diciembre de 1941, el gobierno ordenó a los residentes de los países del Eje presentarse a las oficinas de Migración para controlar sus movimientos.
Centenares de personas fueron obligadas a desplazarse a ciudades del centro del país para mantenerlas vigiladas y, con ello, evitar “que se convirtieran en espías”.
“Fue un sufrimiento para la comunidad nikkei que tuvo que desplazarse. Muchos perdieron empleos, no pudieron seguir trabajando. Los más afectados fueron aquellos que no tenían estudios y que tampoco hablaban español.
“Se cometieron muchas violaciones a sus derechos, a pesar de que nada tenían que ver con la guerra. Sólo se podían mover con permiso de la autoridad. Eran vigilados por la policía”, expuso.
En muchos casos, ciudadanos japoneses fueron encarcelados sin razón.
Igual que a España
En marzo de 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió cartas al rey de España, Felipe VI, y al papa Francisco, en las que pidió que se disculparan por los abusos cometidos durante la Conquista de México.
“Envié una carta al rey de España y otra al Papa para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos”, declaró el Mandatario.
Al respecto, Jumko Ogata consideró que así como el Ejecutivo solicitó que se disculpen por un hecho ocurrido durante la Conquista, el gobierno mexicano debe ahora hacer lo propio con la comunidad japonesa por algo que pasó hace 80 años.
“Es una disculpa a las familias japonesas, porque nunca tuvieron un reconocimiento sobre lo que se les hizo. No se trata de tener indemnizaciones, simplemente que quede el reconocimiento de que se violaron sus derechos humanos”, detalló.
La joven tocó la puerta de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), donde tiene pendiente una audiencia.
También acudió al Senado de la República, específicamente a la Comisión de Relaciones Exteriores, la cual encabeza el senador Héctor Vasconcelos (Morena), pero no ha tenido éxito.
“Insisto, [la solicitud] no se trata de una disculpa de gobierno a gobierno, sino de la representación del poder en México hacia la comunidad nikkei, la cual tiene años asentada en territorio mexicano y que contribuye al desarrollo del país”, argumentó la joven.