La Guardia Nacional echó mano de sus elementos provenientes de la extinta Policía Federal para capacitar a los militares transferidos a la Dirección de Seguridad en Carreteras e Instalaciones, el área encargada de vigilar y patrullar las vías de comunicación federales del país.
En un oficio, del cual EL UNIVERSAL posee copia, el titular de la estación Cárdenas, Mauricio Espinoza Macías solicitó en mayo al jefe de la Coordinación de Sección de Seguridad a Vías de Comunicación Tabasco autorización para que exagentes adscritos en Cárdenas, Tabasco, y Tuxpan, Veracruz, funjan como asesores en esa estación.
Lo anterior, expuso Espinoza Macías , “con la finalidad de que el personal obtenga un mayor conocimiento, experiencia en actividades y funciones competentes”, ya que “el personal con el que se cuenta no tiene los conocimientos acerca de las funciones que se realizan, por lo que es de suma importancia contar con personal capacitado”.
De acuerdo con un guardia nacional que solicitó anonimato, casi a diario los militares adscritos a la vigilancia de carreteras federales en el país sufren percances e inconvenientes técnicos, debido a que son enviados a vigilar sin conocer las radiopatrullas y su operación, tras el breve entrenamiento impartido por mandos del Ejército.
“Se registran accidentes casi a diario en diferentes carreteras de los estados. De dos a tres meses debe durar un curso de manejo para conocer bien la unidad, y como tal para ser un elemento en carreteras, por lo menos es un año de capacitación”, aseguró.
Comentó que en los 70 días de capacitación, los militares reciben adiestramiento general y un curso de manejo de radiopatrulla de la Guardia Nacional, este último dos horas por semana.
Sin embargo, en videos obtenidos por este diario, se observa que los agentes batallan en el curso de conducción, pues al realizar maniobras básicas chocan las unidades.
El adiestramiento tan corto, de dos meses y una semana, propicia que los militares se accidenten y pongan en riesgo la vida de viajeros, indicó la fuente.
Los militares adscritos a la Dirección General de Seguridad en Carreteras e Instalaciones, antes División de Seguridad Regional de la Policía Federal, han protagonizado diversos percances.
Por ejemplo, se accidentaron en la carretera Paso Real-Las Malvinas, en Oaxaca, cuando la patrulla se salió de la cinta asfáltica y chocó contra un árbol, quedando seriamente averiada.
En marzo del año pasado, EL UNIVERSAL publicó que a los guardias nacionales desplegados en Tijuana, Baja California, se les prohibió realizar persecuciones vehiculares contra presuntos infractores de la ley, para evitar lesionados y la pérdida de recursos materiales.
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