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Washington.— El gobierno de Estados Unidos busca el decomiso de ocho propiedades relacionadas con Rafael Caro Quintero en Guadalajara y alrededores, la última acción para cercar la figura de un narcotraficante que las autoridades estadounidenses tienen entre ceja y ceja por el asesinato del agente de la DEA —Administración para el Control de Drogas (Drug Enforcement Administration, por sus siglas en inglés)— Enrique Kiki Camarena, en 1985.
Ayer se hizo pública la demanda para la confiscación de ocho propiedades en Guadalajara y Zapopan, Jalisco, relacionadas con Caro Quintero, el Narco de narcos, y de su familia, entre ellos el Rancho del Gorupo, una propiedad rústica, un par de condominios y una bodega y local en el mercado de Abasto Norte de Zapopan, y que fueron adquiridas por Caro Quintero con los ingresos que obtuvo del narcotráfico.
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Según el reclamo de decomiso por parte de las autoridades de Estados Unidos, entre enero de 1980 y marzo de 2015, Caro Quintero, uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara, usó los beneficios de su actividad criminal para comprar inmuebles y terrenos por la zona de Guadalajara, y los puso a nombre de familiares para prevenir que se les relacionara directamente con su figura y se descubriera que él es el verdadero propietario, a fin de evitar su decomiso por parte de las autoridades mexicanas.
“El esfuerzo de decomisar propiedades que [Rafael] Caro Quintero compró con dinero [bañado] de sangre del narcotráfico, la adicción y la violencia que él sembró en México y Estados Unidos, es el último paso en nuestra búsqueda de justicia”, precisó en un comunicado el fiscal del Distrito Este de Nueva York, Richard Donoghue.
Para el agente especial de la DEA, Ray Donovan, la acción es la demostración al mundo que la agencia antinarcóticos de la Unión Americana sigue “comprometida con destapar la infraestructura criminal de [Rafael] Caro Quintero y sus socios”, un narcotraficante que ha cometido “atrocidades que no se olvidan”.
Caro Quintero fue detenido en Costa Rica en 1985 por el asesinato de Kiki Camarena, pero se le liberó en agosto de 2013 bajo el argumento de que no debió enjuiciarlo el fuero federal. En enero de 2015 se le volvió a declarar culpable de dicho crimen y se emitió orden de captura. Desde entonces está fugitivo.
El Narco de narcos tiene varias causas abiertas ante la justicia estadounidense, detallaron las autoridades de ese país.
En la Corte del Distrito Este de Nueva York, Estados Unidos, por ejemplo, se le acusa de cuatro delitos de narcotráfico —pertenencia a banda criminal con 10 agravantes, entre ellas el asesinato del agente antidrogas Enrique Kiki Camarena; distribución de marihuana; distribución de cocaína, metanfetaminas y heroína, y crimen violento con armas de fuego—, con posible condena a cadena perpetua.
De hecho, Caro Quintero está desde abril de 2018 en la lista de los 10 delincuentes más buscados por el FBI —Buró Federal de Investigaciones (Federal Bureau of Investigation, por sus siglas en inglés)— el primero buscado por la DEA que entra en esa lista.
Por Caro Quintero se ofrece una de las recompensas más altas de la historia: 20 millones de dólares por cualquier información que lleve a su localización y arresto.
El FBI lo considera un personaje “extremadamente peligroso” y advierte que muy probablemente esté armado, en su capacidad de actual líder del Cártel de Sinaloa.
Caro Quintero ha rechazado que él ocupe ese cargo o puesto en la actualidad ni quiere discutir el tema, tal y como dijo tras salir de la cárcel en 2013 al conseguir un amparo judicial.
Tras la condena y sentencia del capo del Cártel de Sinaloa, Joaquín Archivaldo El Chapo Guzmán Loera, varios agentes de la DEA han asegurado que Caro Quintero es su próximo objetivo, y que moverán “cielo, mar y tierra” hasta encontrarlo.