Washington.— En una videoaudiencia que apenas duró cinco minutos, el general Salvador Cienfuegos confirmó que había leído los cargos por los que la Fiscalía de Estados Unidos lo acusa de cuatro delitos, tres de narcotráfico y uno de lavado de dinero.
La audiencia de presentación de Cienfuegos Zepeda, seguida vía telefónica por EL UNIVERSAL, inició a las 2:59 de la tarde, hora de Los Ángeles, en la corte federal del Distrito Central de California, y duró cinco minutos, para confirmar que había leído (en español) la acusación en su contra. Se emplazó a una nueva audiencia para el martes 20 de la próxima semana, para debatir las condiciones de su detención y la opción de un paquete de fianza.
El exsecretario de la Defensa se presentó a su audiencia con un saco azul y una camisa blanca, llevaba cubrebocas, estaba un intérprete y se mostró tranquilo.
Quien fuera secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Enrique Peña Nieto seguirá en la cárcel, en el Metropolitan Detention Center, donde fue recluido desde el pasado jueves. Se infomó que Cienfuegos contrató al abogado defensor Duane Lyons, de la firma Quinn Emanuel.
Según los documentos judiciales revisados por EL UNIVERSAL, Cienfuegos Zepeda —en cuya administración al frente del Ejército Mexicano ocurrieron los casos de Tlatlaya y Ayotzinapa, de fuerte impacto negativo para las Fuerzas Armadas— es también conocido como El Padrino o Zepeda.
Los delitos que le imputa la fiscalía se cometieron entre diciembre de 2015 y febrero de 2017, e incluyen manufactura, distribución e importación de heroína, cocaína, metanfetaminas y marihuana, además de lavado de dinero de los beneficios conseguidos con el tráfico ilícito de esas sustancias.
Los fiscales estadounidenses lo ligan con el Cártel del H2, grupo con orígenes en los Beltrán Leyva, con quienes se coludió para traficar miles de kilogramos de todo tipo de droga a EU. “Gracias en gran parte por la asistencia corrupta del acusado, el cártel llevó a cabo su actividad criminal sin interferencia significativa del Ejército Mexicano e importó miles de kilogramos de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana a los Estados Unidos”.
El gobierno de EU califica al Cártel del H2 como un grupo “extremadamente violento” que rutinariamente se basa en “la tortura y el asesinato” para sus actividades delictivas. “A cambio de sobornos, [Cienfuegos] permitía (…) que [el cártel] operara con impunidad en México”.
El dinero recibido del narco aseguraba que los agentes de seguridad mexicanos “arrestaran y torturaran narcotraficantes rivales”, liberaran miembros del Cártel del H2 de la cárcel”, y la habilidad de conducir su actividad delictiva narcotraficante y de tráfico de armas y violencia sin tener que rendir cuentas. El gobierno de EU llevaba desde agosto de 2019 con la acusación sellada. En sus memorandos, los fiscales estadounidenses aseguran que tienen mucha evidencia que corrobora su acusación, incluyendo “miles de mensajes de Blackberry”.
La juez encargada del caso, Carol Bagley Amon, será la misma que estará al frente del proceso contra el general Cienfuegos. Al principio, el asunto estaba adjudicado al juez Brian Cogan, encargado de los juicios contra Joaquín Guzmán Loera y Genaro García Luna, pero se le asignó a Amon en septiembre de 2019.
Los fiscales, en su comunicación con la jueza Amon para informarle de la detención de Cienfuegos, apuntan que, de ser declarado culpable, cada delito de narcotráfico significaría un mínimo de 10 años de cárcel; sin embargo, dado el volumen y gravedad del delito y siguiendo las guías de sentencia del gobierno de EU, existe la probabilidad de que se le impusiera cadena perpetua.
Acepta asistencia consular
El gobierno de México informó que el general Salvador Cienfuegos aceptó la asistencia consular que se otorga a connacionales detenidos fuera del territorio. A diferencia de lo que ha ocurrido con otros exfuncionarios mexicanos que son detenidos en el exterior, Salvador Cienfuegos decidió ser atendido por el Consulado de México en Los Ángeles.
Con información de Max Aub